Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 74 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier de Rudolf Köhler 2 . Y si se acepta como tal el titulado por Mejía Sánchez con su primera frase: “El año que viene siempre es azul”, tomado de la serie de crónicas a la que perteneció 3 . Tres fueron publicados en 1886: “La historia de un picaflor” (21 de agosto), “El pájaro azul” (7 de diciembre) y “Bouquet” (9 de diciembre); cinco en 1887: “El fardo” (15 de abril), “El palacio del sol” (15 de mayo), “El velo de la reina Mab” (2 de octubre), “El rey burgués” (4 de noviembre) y “La ninfa” (25 de septiembre); once en 1888 y uno en 1889. Los correspondientes a 1888 fueron: “Carta del país azul” (3 de febrero), “La canción del oro” (15 de febrero), “El año que viene siempre es azul” (17 de marzo), “El rubí” (9 de junio), “Palomas blancas y garzas morenas” (23 de junio), “Morbo et umbra” (30 de julio), “El perro del ciego” (21 de agosto), “Hebraico” (3 de septiembre); “Arte y hielo” (20 de septiembre), “El sátiro sordo” (15 de octubre) y “El humo de la pipa” (19 de octubre). Por fin, a principios de 1889, apareció “La Matuschka” (1ro. de febrero). Sumados a los dos álbumes de “En Chile”, resultan los 21. Nueve de ellos –por tratarse de los más logrados y representativos de su orientación renovadora– ingresaron a la primera edición de Azul... (Valparaíso, 30 de julio, 1888). Los otros cuentos enumerados, sin duda, no cabían dentro de la unidad y conciencia estética articulaba por Darío en Azul... Me refiero, por ejemplo, a un arabesco preciosista (“La historia de un picaflor”) y un despliegue erudito de motivos ornamentales (“Bouquet”); pero ambos no alcanzaban el característico pulimento “francés”, ni el brillo verbal, tenso y sostenido, de los nueve cuentos seleccionados 4 . Las nueve piezas narrativas y las prosas poéticas de “En Chile” conformaron, por un lado, el logro más compacto y revelador del modernismo; y, por otro, la primera concreción del proyecto esencial de su autor: la apropiación de la cultura occidental como totalidad. En ellos, Darío conjuga la parábola artística con la crítica social, la insurgencia humana y la ironía fustigante, la necesidad de la cultura y el amor a la vida; virtudes sustentadas en una asimilación de las letras más consistentes y cosmopolitas de su tiempo: las francesas. Es decir, con su aparición en Valparaíso, postula la actitud cosmopolita o centrífuga frente a la costumbrista o centrípeta que encabezada, por tendencias que definen el relato fundador de Hispanoamérica, pero que no establecen necesariamente caminos 2 Rudolf Köhler: “La actitud impresionista en los cuentos de Rubén Darío”. Eco /Revista de la cultura de Occidente [Bogotá], núm. 48, abril de 1967, p. 604. 3 Rescatadas en Obras desconocidas de Rubén Darío. Escritas en Chile y no recopiladas en ninguno de sus libros. Edición recogida por Raúl Silva Castro y precedida de un estudio. Santiago, Prensas de la Universidad de Chile, 1934, pp. 111-120 y 128-166: seis en total; el fragmento inicial de la quinta, transformada en “El año que viene siempre será azul”, ocupa las pp. 143-146. Apareció en El Heraldo, Valparaíso, el 17 de marzo de 1888. 4 Raimundo Lida: “Estudio preliminar”, en Rubén Darío, Cuentos completos Edición y notas de Ernesto Mejía Sánchez […] México, Fondo de Cultura Económica, 1950, p. XXXV.

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