Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 580 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier 1. Conversación entre dos mujeres Interlocutora 1. Amarilis, ¿tú estabas en el cine anoche? Interlocutora 2. Sí, fui con unas mis amigas. No sabía que tú habías ido, Interlocutora 1. Pues sí, fui con mi hermana y me pareció verte de lejos. Fijate que tenía mucha ilusión de ver esa película, pero, la verdad, no resultó como esperaba. Interlocutora 2. No me digás que no te gustó. A nosotras sí nos gustó mucho. Fíjate que hasta le dije a mi mamá que tenía que ir a verla. Interlocutora 2. Ah, tal vez es porque tú no has leído el libro. No hay comparación con la película, tenés que leerlo, seguro que así opinas como yo. Interlocutora 2. Dicen que, si tú has leído el libro, mejor no vas a ver la película porque te decepcionas. Interlocutora 1. Es cierto, mirá, pues. Ya no vuelvo a ir a ver una película si leí el libro. Interlocutora 2. Es que tú sos muy buena lectora. Siempre estás leyendo. 2. Conversación entre hombre y mujer Mujer: ¡Jorgito! Esperame. Hombre: Hola, Maris, ¿qué andas haciendo? Mujer: Vine al súper, tenía que hacer unas compras. ¿Y, tú qué hacés por aquí? Hombre: Pasé dejando al Marucho, que tenía clase de yoga. Mujer: Ah, mirá, pues. ¿Dónde recibe la clase? Hombre: Los dos la recibimos, pero yo ando ahora de capiusa, ja, ja, ja. Mirá, allá se ve el rótulo del gimnasio. Allí vamos todos los martes y jueves. Mujer: ¡Alagran! No los ubicaba por aquí. ¿Y tú en qué nivel estás? No me digás que sos principiante. Hombre: Avanzado, avanzado, ja, ja, ja. T ú se mantiene en el marco de este particular sistema del español guatemalteco, pero también pervive en el habla de adultos mayores con sus formas verbales y pronominales asociadas. Estos hablantes pueden combinar este patrón con el tú/vos en diferentes momentos. Por ejemplo, dos conversaciones espontáneas, que ilustran el caso.

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