Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 553 – De la mente al origen del lenguaje • César Hernández Alonso Aunque ya el antiguo homo erectus poseía un sistema comunicativo oral mínimo, como dijimos, el de los de cromagnon era mucho más rico y evolucionado, así como una organización social y familiar superior a la de sus antepasados. Estos dos factores, sociabilidad y comunicación verbal, unidos a una complejidad neuronal multiplicada y el reajuste del canal buco-laríngeo, que les permitía emitir sonidos, palabras, frases,… fueron factores decisivos para el desarrollo del lenguaje humano y, consecuentemente, de su capacidad intelectiva, que les capacitaba para realizar abstracciones complejas, el perfeccionamiento de un lenguaje simbólico, la manifestación de los sentimientos y aun la creación de ficciones. De ese modo, la relación indisoluble entre lenguaje y pensamiento fue desarrollando extraordinariamente la mente y la capacidad de sociabilidad. A fin de cuentas, vivimos en un mundo de signos y símbolos, en el que es más importante lo que significan los mensajes que la realidad misma. Una incógnita en la historia del hombre es saber cómo, exactamente cuándo y por qué, comenzó a hablar. Hoy es totalmente aceptado que comenzó a hablar cuando empezó a pensar, a razonar, a comunicarse oralmente por necesidades vitales; es decir, que el hombre llegó a ser tal cuando habló. Las relaciones entre lenguaje y pensamiento, lenguaje y cerebro, lenguaje y sentimientos son tan complejas que difícilmente podremos explicarlas detalladamente en estas breves reflexiones. No obstante, procuraremos presentar las cuestiones fundamentales de la manera más clara posible. Es evidente que el hombre no es el único animal que se comunica.. Muchas especies, y especialmente los primates, poseen un sistema comunicativo, un ‘lenguaje’, suficiente para la convivencia y para la manifestación de necesidades, deseos, ciertos sentimientos, informaciones vitales, etc. dentro de su especie. Pero el hombre, que se sepa, es el único animal que dispone de un lenguaje articulado, sustentado en un complejo y múltiple sistema de combinaciones, permutaciones y selecciones, que le permiten manifestar conceptos, abstracciones, sentimientos complejos, y aun ficticios e inventados. Evidentemente su cerebro tiene la adecuada capacidad neuronal para tales funciones, y su mente se desarrolla y perfecciona a la par que lo hace el lenguaje. Este se desarrolla por distintos factores, tales como la formación e interacción cultural, los ambientes habituales, la capacidad y avance de progreso auténtico, la lectura, la interacción y técnicas dialécticas y el ejercicio de la razón, y el pensamiento metalingüístico; es decir, el pensar, calar y analizar el lenguaje con el lenguaje. En realidad casi todos nuestros saberes y conocimientos los obtenemos por y a través del lenguaje. Disponemos de algunos conocimientos adquiridos por vía sensitiva, perceptiva; pero el resto de nuestros conocimientos lo hemos adquirido, transformado a través del lenguaje-pensamiento, desde las Matemáticas o la Física a la Botánica, la Literatura, la Filosofía y aun la Teología. Todo se ha vertido en una lengua, que reconocemos y utilizamos, es decir, en una realización del lenguaje. Y más aún, nuestra cosmovisión, nuestro sentido de la vida, nuestras fantasías, nuestras metafísicas, religiones, ideologías políticas y leyes nos
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=