Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 549 – De la mente al origen del lenguaje • César Hernández Alonso oído medio y al interno se transforman automáticamente en ondas eléctricas, en señales eléctricas al llegar a la cóclea 4 resultados de los sonidos-vibraciones emitidos. Esa señal eléctrica encierra mensajes codificables. Desde ahí unas células ciliadas codifican el sonido percibido, con sus formantes, que son los componentes del lenguaje oralmente producido, y llegan hasta distintas regiones neurales especialmente del lóbulo temporal superior. En el cerebro hay dos zonas neurales distintas y complementarias: la de la comprensión y la de la producción, que permiten lo que llamamos ’lenguaje’. Hasta aquí, en síntesis, el proceso perceptivo-cognitivo, neural, de complejos mecanismos de redes neuronales actividad bioquímica-eléctrica. Pero esto solo no explica la maravilla del lenguaje humano, ni cómo se transforman esas señales o estímulos en unidades de mensaje, abstractas, con las que completamos la comunicación. Es decir, falta por ver cómo todos esos elementos y procesos se codifican y decodifican, o sea se convierten en lenguaje; porque en él se produce el fenómeno esencial, primordial, que es la simbolización; proceso complejísimo imbricado en el de abstracción , que, a fin de cuentas, es lo que nos distingue y separa de las otras especies de animales. Tratemos de explicarlo sintéticamente, a la luz de los últimos trabajos sobre esta cuestión 5 , partiendo de que nuestra mente, autoconsciente, es el producto de la actividad eléctrica y bioquímica de unos cien mil millones de neuronas interrelacionadas entre sí (p. 67), como hemos anticipado, y que nuestro encéfalo, notablemente mayor y más desarrollado que el cualquiera otra especie es capaz de controlar nuestra capacidades cognitivas –de las más deslumbrantes de la creación– y nuestras decisiones, desde su plasticidad, dirigiendo las neuronas del pensamiento. Todo esto está comprobado a través de la técnica de imágenes, es decir, de la resonancia magnética y tomografías (loc. cit., p. 71). Por ello sabemos que esas neuronas están relacionadas con las de la memoria, que ya mencionamos. Es, asimismo, sabido que esa operatividad neuronal ha necesitado varios millones de años en su perfeccionamiento y funcionamiento; es decir, que probablemente, esos procesos arrancaron en los australopithecus, prehomínidos. Esto implica que nuestro lenguaje, la percepción y transmisión verbal, centralizadas en el encéfalo, iniciaría su fundamento y desarrollo lenta y gradualmente en la intercomunicación elemental, en determinados contextos, de aquellos ancestros nuestros. Dicho así, todo parece muy simple, pero se trata del gran misterio y prodigio del cerebro humano. Todo ello necesita un complejo sistema nervioso y unos mecanismos anatómico-fisiológicos adaptados a esa fuente del pensamiento, de la comunicación, el lenguaje (p. 76). En la última fase de los procesos neurológicos que abrieron camino al pensamiento simbólico, las neuronas especializadas conectaron con las fibras 4 J. Biosca, 2018. 5 Para ello seguiremos los planteamientos de Xurxo Mariño, 2018.
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