Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 543 – Leonardo Padura y el lenguaje… • Ana María González y Nayara Ortega diferentes rasgos lingüísticos que dejan ver la esencia de la variedad cubana frente a otras. En la historia de Trotski y su asesino convergen en distintos espacios geográficos y temporales rusos, catalanes, mexicanos y cubanos que, como parte indisoluble de ellos, aportan a la novela un marcado valor lingüístico y cultural. Leonardo Padura juega en esta volumétrica novela con las palabras de una manera impresionante. Llama la atención cómo es capaz de adecuar una misma realidad al contexto geográfico en que se desarrolla la acción que cuenta. De esta forma, podemos hallar sinónimos como tabaco , cigarrillos , cigarro , pitillo, canuto ; todos ellos usados en dependencia de la nacionalidad de los personajes que lo utilicen en su diálogo. Teniendo en cuenta que la novela no sigue un estilo lineal y alterna entre pasado y presente, entre Rusia, Barcelona, México y Cuba, resulta un ejercicio de admirable minuciosidad que este autor preserve esos detalles lingüísticos para pulir y dar mayor verosimilitud a su novela. Lo mismo ocurre con alternancias entre verja y reja; servicios, lavabos, retrete y baños; autobús ( bus ) y guagua; coche y carro ; folio y hoja 16 . Asimismo, resulta interesante cómo recurre al voseo español cuando conversan personajes procedentes de esa tierra ( Aquí os enseñan bien ; ¿Y vosotros ya no vais a darle más ayuda?), en contraposición al tuteo típico de la mayoría de las áreas latinoamericanas. Otra vez, pone el lenguaje al servicio de la caracterización de sus protagonistas y no pierde un detalle para lograrlo. Abundan en El hombre… las locuciones de diferente clasificación y complejidad. Este rasgo del estilo paduriano sirve a la vez para realzar la recurrencia con que son usadas tales unidades lingüísticas en el discurso cotidiano no solo de los cubanos, sino también de los españoles, de quienes los primeros hemos adoptado muchos de estos ejemplos: responder de un tirón , ubicarse en tiempo y espacio, poner sobre el tapete , coger el toro por los cuernos , poner los pelos de punta , hacer mella, saber a derechas, ser letra muerta, ser cabeza de turco, dar el brazo a torcer, ver las oportunidades pintadas en el aire, ir a toda máquina, borrar del mapa, a ojos vista, no importar un carajo, ser colocado en la picota, ir de mal en peor, tener una corazonada , ser la punta del iceberg , estar al doblar la esquina , beber a pico de botella , mantener en jaque , ser la guinda del pastel , ser lento de entendederas , aplicar sin ley y sin cuartel , prender fuego a la mecha , jugar una mala pasada , no verse un alma , etcétera. Algunas veces especifica a qué variante pertenece: Como dicen en España, el puñetero nos dejó con el culo al aire . Otra de las características de la novelística de Padura, latente en esta obra, es el uso de epítetos. Generalmente este autor crea uno, o lo toma de la realidad histórica, para cada personaje. La intención evidente en muchos de los casos es 16 El primer vocablo de cada uno de estos ejemplos aplicado a escenas y personajes no cubanos, principalmente catalanes; y el segundo, perteneciente a la variedad cubana del español, siempre en boca de algún personaje cubano.
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