Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 496 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier (1650-1850). En el bloque de las correlaciones, el valor de dependencia (Dep) ha ido ganando terreno, con un primer salto de frecuencias en el español clásico (de 3-11% por obra en el esp. med. a 11-19% en los siglos XVI- XVIII) y cotas aún más altas en el contemporáneo: frente a él, los casos de equivalencia (Equi) prácticamente desaparecen desde el siglo XV, mientras los de proporcionalidad no evidencial (Prop1) van creciendo hasta alcanza una cumbre en los siglos XV-XVI, para desvanecerse luego rápidamente en el siglo XVII; surgidos tardíamente al amparo del auge de estos últimos, los usos de proporcionalidad con contenido evidencial (Prop2…) también descienden en el XVII, pero se prolongan hasta mucho más adelante (Octavio de Toledo 2016: 199-200). No solo eso: solamente quedan tres tipos de usos de según , que muestran la restricción de la preposición en el actual estado de lengua: Estas tendencias benefician el auge de tres esquemas, prácticamente los únicos que se documentan hoy día: Conf1 ( Dani hizo el trabajo según las instrucciones ), Evid1 ( según Paco, Juan está molesto ) y Dep ( Lola cambia de ropa según la estación del año ), por lo demás máximamente diferenciados entre sí, por cuanto el esquema citativo y el distributivo han desarrollado contenidos muy especializados que opacan la relación con el valor original de conformidad. Ha habido, pues, a lo largo de la historia, una selección y una polarización de los esquemas posibles con según , visible en el hecho de que la suma Conf 1 + Evid 1 + Dep representa en torno al 50% de los casos por obra hasta entrado el siglo XVI (51% en /(202) EE1, 59% en ExABC , 49% en el Reloj ); en torno al 70% en obras de los siglos XVI y XVIII como el Quijote o el Fray Gerundio ; y cerca del 90% en el siglo XIX y del 100% ya en el siglo XX. Los tres esquemas, sin embargo, no han evolucionado por igual: mientras los usos citativos han ganado terreno con rapidez en época moderna (en torno al 60% por obra desde finales del Ochocientos), los distributivos se han consolidado a ritmo más pausado, y los del tipo Conf1 han sufrido en cambio un descenso apreciable (de valores en torno al 40% en los primeros textos a valores en torno al 30% en los siglos XVI-XVIII y al 20% en los siglos XIX-XX). La parte del león entre los esquemas preposicionales con según corresponde hoy sin duda al uso citativo (la inclusión en la tabla de textos periodísticos o científicos no haría, de hecho, sino incrementar su predominio), y su éxito constantemente acrecentado posiblemente explique la supervivencia, a su rebufo, de los otros esquemas evidenciales (Evid2, Prop2); todos juntos contribuyen igualmente, por lo demás, a elevar la frecuencia de uso de según como adjunto externo al predicado. La tendencia evolutiva general, pues, parece clara: sobreviven y ganan terreno los esquemas ontogenéticamente más tardíos (los evidenciales y el distributivo), mientras tiende a un menor uso (y, quizá, a un uso más estereotipado) el valor primero de conformidad, que ha ido arrumbando además posibilidades expresivas (166a, con términos que expresan ‘contenido de una expresión lingüística’ y ‘parámetro de evaluación’) y desde la Edad Media ha visto restringida su
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