Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 466 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier 4. EPÍLOGO La descripción del Diccionario castellano de bolsillo recalca el compromiso continuado de la Editorial Calleja con la formación cultural en España y en sus territorios antiguos coloniales, América y Filipinas. La publicación en pequeño formato garantiza la facilidad de manejo, al tiempo que favorece el abaratamiento de su edición. El empeño de su fundador, Calleja, más pedagógico y educador que mercantil, justifica su aparición, como primer diccionario de bolsillo para un público general, que tenía ahora a su alcance un libro asequible por su forma, pero completo en su contenido. Limita la reducción del formato a omitir las valoradas ilustraciones, pero no reduce las entradas léxicas. Incluye, como parte de su compromiso con la lengua general, las voces dialectales hispanas, americanas y filipinas, aumentando, en muchos casos, las presentes en las obras académicas anteriores. En los recuentos de estos dialectalismos, observamos la presencia de las zonas regionales españolas, tanto norteñas como meridionales, con muestras mayores de aragonesismos y de andalucismos, y con la constancia, por el menor número de términos nuevos incluidos, de que Asturias, Cantabria y Aragón ya estaban representadas en el diccionario académico decimonónico. En el acopio de voces americanas, la abrumadora mayoría de inclusiones, con un 88% de la lista total espulgada, reproduce el interés lexicográfico tradicional por ir asumiendo el peso del vocabulario fuera de España, pero no ajeno al uso general de muchos de sus hablantes, que comparten no solo su lengua, sino también su fondo cultural. La presencia de indoamericanismos, muchos sin referencia a su procedencia indígena, confirma el conocimiento y el uso generalizados. La mayor proporción de cubanismos y de mexicanismos 50 no hacen sino revelar la intensa conexión con esas zonas y su constante trasiego comercial y social. Al peso del primer imperio colonizado se une la permanencia colonial de las tierras caribeñas, y, como se ha dicho, la presencia en las Indias Orientales y su vinculación conAmérica y España explican la inclusión de los términos filipinos, alguno de indudable filiación mexicana, como tianque ‘mercado público’. 50 Coincide con los datos que revela la selección que Azorín Fernández (2008) realiza al Diccionario de V. Salvá, con mayor porcentaje para cubanismos y mexicanismos. En nuestro caso, cabe advertir que son muchos los términos consignados en este diccionario como americanismos generales, pero que, comprobado su uso geográfico, se circunscriben a zonas de menor extensión, sobre todo a Cuba y México.

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