Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 440 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier Pero de esos emigrados toscos, de otros que no lo eran, de los cultos, de los de trabajo manual, de los del comercio y de la administración y el cargo público también irían procreándose, como desde el principio, nuevos criollos y más mestizos, a los que, según GarcíaAbásolo ha notado (v. supra ), ya hacia 1570 les correspondía un importante papel en la formación de la sociedad colonial, en los primeros decenios en número superior al de los criollos de ambos progenitores españoles. Aesta figura étnica, social y cultural dedicó el sevillano Mateo Rosas de Oquendo el famoso romance al que estos primeros versos pertenencen (Serna 2004: 190-191): –¡Ay, señora Juana!, vusarcé perdone y escuche las quejas de un mestizo pobre. Que, aunque remendado, soy hidalgo y noble, y mis padres, hijos de conquistadores 12 . La asimilación al español de los mestizos fue de diversa perfección, dependiendo de distintas circunstancias, arrimados al padre como solían estar, en muchos como la otra cara del bilingüismo con el idioma amerindio de la madre, de ahí que tantos sirvieran como lenguas, caso de Alonso Rieros “grande intérprete”, hijo del conquistador Alonso Martín Rieros, muerto por los indios de su encomienda, recomendado al Consejo de Indias por el obispo de Michoacán, del que era servidor, y que se había significado en su papel de lengua en la aplicación de las Leyes Nuevas. 4.2. Es fundamental la cuestión demográfica para la comprensión del fenómeno lingüístico aquí planteado, que, ni más ni menos, concierne a la suerte corrida por el español trasplantado a América. E importa mucho, en efecto, saber que antes de que el siglo XVI terminara el futuro de nuestra lengua en el Nuevo Mundo estaría en boca de los nacidos en él, de cualquier origen que fueran, mucho más que en los de reciente procedencia peninsular, aunque estos, no obstante su número comparativamente pequeño, pudieran ejercer alguna influencia lingüística y cultural. El desnivel demográfico entre chapetones y criollos aumentó considerablemente a favor de los segundos en todo el periodo colonial, siendo muy menor el número de los primeros poco antes de la Independencia, cuando la emigración española descendió y pasó a ser principalmente norteña, salida 12 El mestizo muestra un prurito de hidalguía, la aversión a “esos españoles”, que también se consideraban los criollos, sus pujos de bravo y fumador, mientras el poeta se ve muy familiarizado con el indoamericanismo mexicano: aguacates, ajolote, camotes, chilchotes , etc.

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