Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 38 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier de esta consulta ha sido la inteligente conclusión de mis entrevistados de que solo un estudio futuro, realizado por sabios músicos conocedores sensibles de los recursos de la poesía, se encontraría en condiciones de aportar reflexiones importantes no solo acerca de la melodía de la rima, sino sobre todo el asunto que nos ocupa en este ensayo. Estudio imposible de proyectarse desde el punto de vista exclusivo de la literatura. CIERRE TEMÁTICO Y MUSICAL DEL PÁRRAFO Volviendo a nuestros escritores, junto con el deseo abstracto, sentimental y subjetivo de seguir un ritmo, y cuidarlo hasta impedir que nadie lo transforme, se está hablando también de la importancia sonora de los párrafos aunque ninguno lo haya expresado abiertamente. Leyendo párrafos y párrafos no queda la menor duda de que sus rimas nos están diciendo claramente que aquí concluye musicalmente el párrafo. Pero sabíamos –desde hace mucho tiempo– que aquí también concluye lo textual de su contenido. Hay por lo tanto, en este caso, una magnífica coincidencia entre el significado y el significante. Cosa que sucede exclusivamente cuando hay rima en los párrafos. El párrafo –con ayuda de la cadencia que lo finaliza– exige la presencia del punto final. Pide a la entonación que reitere, confirme y afirme musicalmente su significado. Sin ir más lejos, solo en Cortázar hemos encontrado este deseo explícito que muchos otros escritores buscan y realizan aunque no opinen sobre el tema. He aquí lo que nos dice Cortázar: “Cuando escribo un cuento y me acerco a su desenlace, al momento en que todo sube como una ola y la ola se va a romper […] dejo salir lo que estoy diciendo, no lo pienso porque eso viene envuelto en una pulsación de tipo musical” (2013: 153). Pero a pesar de esta expresión clarividente, a pesar de todo lo que nos dice, no sabemos en qué consiste su pulsación de tipo musical. Tengo la idea de que la mayoría de los logros que sonorizan de manera estupenda los textos literarios son el producto de esfuerzos inconscientes, totalmente espontáneos. Del mismo modo que la música tiene recursos especializados para decirnos con claridad éste es el final de la sinfonía, usted puede aplaudir sin ninguna duda, los escritores deberían saber cuál es la técnica melódica que le dice al lector este cuento se halla completamente terminado. He aquí el tema de este pequeño ensayo: exponer y explicar el procedimiento que le permite al escritor indicar la finalización sonora de un determinado conjunto de palabras que también finalizan la explícita expresión de una determinada materia. Así como lo sabe el músico que domina su arte, lo ignora de manera consciente el escritor. Digo de manera consciente porque intuitivamente –apoyado tan solo en su entusiasmo auditivo– lo viene practicando desde hace mucho, mucho tiempo.
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