Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 366 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier De este modo, habrá que recopilar más datos en las próximas décadas para ver si su uso se extiende tanto en América como en España. 4. CONCLUSIONES Los datos de que disponíamos de de allí que –no solo desde un punto de vista diacrónico, sino también sincrónico– han sido hasta ahora muy escasos o prácticamente inexistentes. Su ausencia en la bibliografía especializada resulta llamativa, sobre todo en el español actual, por la mayor vitalidad que tiene su uso hoy en día frente a de aquí que , cuya mención es habitual. Interpretamos esta carencia como un olvido, tal y como hemos querido destacar con el título de este trabajo 24 y por eso nos planteamos como objetivo ofrecer una aproximación a la historia de esta locución conjuntiva, desde sus primeras documentaciones hasta los ejemplos más actuales que muestran una clara preferencia de uso en el español americano. Los constituyentes que forman de allí que son iguales que los de su conocida y extendida variante de ahí que –a excepción, lógicamente, del adverbio– y su comportamiento pragmático-discursivo es el mismo. La diferencia con esta radica en su frecuencia de uso a lo largo de la historia del español, así como en su distribución geográfica. Si bien las primeras documentaciones que obtenemos de de allí que datan de principios del siglo XVII –en las que el conector parece haber alcanzado ya el grado de gramaticalización que posee hoy en día–, no será hasta el siglo XXI, gracias al número más elevado de datos que logramos recopilar, cuando podamos estudiar su funcionamiento y su distribución dialectal. El análisis de los ejemplos nos ha permitido constatar cómo el uso de de allí que resulta claramente extraño en el español peninsular desde el siglo XX. Esta marcación dialectal puede estar ligada con el mayor uso del demostrativo allí en lugar de ahí en algunos lugares de América, tal y como se recoge en la sexta acepción del adverbio allí del DLE. Quizás la locución también presentaba un uso preferentemente americano en centurias previas, pero, dada la escasez de muestras documentadas en siglos anteriores al XX, no podemos establecer comparaciones de su empleo a uno y otro lado del Atlántico. Más allá de documentar cierta frecuencia de uso en países como Venezuela o Argentina, en los que se registra siempre un número más elevado de casos en los corpus consultados (cfr. tablas y gráficos 1, 2 y 3), es digna de mención la 24 Para evitar esto y dar cuenta de la evolución de algunos marcadores discursivos hasta ahora no estudiados resultaría útil, como ya ha puesto de relieve Pons Rodríguez (2010: 578-579), la vinculación entre la Dialectología Histórica y la Historia de la Lengua. Aunque, como apunta la NGLE (46.12a), las diferencias dialectales en el uso de este tipo de unidades son escasas, sí existen y, por tanto, no hay que obviarlas.

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