Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 34 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier Y lo notable es que se caracteriza por ser: Primero: Una formalidad estrictamente sistemática. Segundo: Que entre otras muchas funciones subjetivas tiene la posibilidad de producir una función estética específicamente determinada y preeminente. Formalidad que trataré de fundamentar apoyada en variadas y múltiples nociones; pero también en los heterogéneos componentes de su morfología. INTRODUCCIÓN ¿Por dónde comenzar? Pregunta que reconoce de antemano la idea de que el fenómeno que se verá en este ensayo no es un objeto sencillo sino que –contrariamente– a pesar de su apariencia materialmente compacta y unitaria, en él veremos que se esconden no solo muchos factores de manera compleja sino además el contenido de variadas nociones acerca del lenguaje y otras asignaturas de diferente categoría, implícitas en este resultado tan simple y tan concreto. La pregunta inicial –¿por dónde comenzar?– no es un adorno retórico, de ninguna manera. En un fenómeno tan obvio como el que veremos se aúnan y se empalman materias tan dispares como: – La relación no arbitraria entre significante y significado en la escritura literaria. – Algunos preceptos de la Estilística. – La forma gráfica del párrafo y su similitud con el verso. – El punto final y la continuidad obligada de un espacio ulterior. – Espacio gráfico y silencio. – Escritura literaria: cierre del párrafo y su relación con la música. – Necesidad de la rima en la música de la prosa y la contradicción paradojal de su infaltable censura. – Entonación y volumen: rima asonante y rima consonante. – Literatura, ritmo y melodía. Siempre que los escritores opinan sobre su actividad literaria, lo primero que dicen es la importancia que conceden al ritmo de la frase. Tampoco olvidan añadir otro concepto musical como sonido, entonación, armonía. Al excelente novelista portugués José Saramago (premio Nobel) lo interrogó un periodista acerca de alguna cosa relacionada con la música –yo estaba viendo la entrevista en un programa de televisión en México y recuerdo no haber escuchado bien el contenido exacto de la pregunta– cosa que conturbó a Saramago hasta el extremo de gritarle: “¡Ningún escritor podría serlo si no tiene sentido musical, si no es un músico al mismo tiempo!”. Increíble…Apunto de comenzar este ensayo, viendo aquí en Chile el programa “Cultura 21” de la Deutsche Welle en el mes de marzo de 2020, el día 15 para
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