Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 279 – Una propuesta de intervención gramatical • Carmen Julia Coloma Tirapegui 1.3. Enfoques de la intervención gramatical Las intervenciones gramaticales pueden basarse en dos tipos de enfoques: implícitos y explícitos (Ebbels 2014). Los enfoques implícitos buscan que los niños puedan inferir las reglas morfosintácticas, sin que se enseñen explícitamente. Los procedimientos como la reformulación, la expansión o el modelado corresponden a este enfoque. De ellos, el uso de la reformulación es apropiado para los niños con TEL, cuando se aplican programas con objetivos gramaticales específicos (Cleave, Becker, Curran, Owen y Fey 2015). A su vez, los enfoques explícitos enseñan directamente las reglas de la gramática, mediante procedimientos como el juicio lingüístico, que requiere efectuar reflexiones metalingüísticas. Generalmente, estos procedimientos se apoyan en claves visuales (Ebbels 2014), debido a que son una herramienta útil en la enseñanza de la gramática en los niños con TEL. Lo anterior porque presentan fortalezas en el ámbito visual (Ebbels 2007). Es posible apreciar que los enfoques propuestos tienen una base en la idea de que la dificultad gramatical está en la competencia y por ello es necesario enseñar las reglas gramaticales. También se sustentan en la Hipótesis del Déficit Procedural, ya que esta hipótesis permite diferenciar los enfoques a partir del tipo de aprendizaje que predomina en cada uno de ellos. Así, el enfoque implícito busca que los niños accedan a las reglas gramaticales mediante aprendizajes indirectos que requieren de la memoria declarativa. En este caso, se aborda la dificultad desde un ámbito que no está comprometido. Por su parte, el enfoque explícito se focaliza en la enseñanza directa de las reglas gramaticales, lo que implica abordar la memoria procedural. En este enfoque se enfrenta el problema apoyando una memoria que está comprometida en los menores con este trastorno. Identificar el enfoque más apropiado para los niños con TEL es dificultoso, porque existen distintas variables que están en juego. Algunas son cognitivas (tipos de memorias), otras son etarias (edades) y otras lingüísticas (expresión- comprensión). Respecto a las variables cognitivas, es necesario considerar que emplear el enfoque implícito requiere abordar la memoria declarativa que está indemne. En cambio, ocupar el enfoque explícito exige trabajar la memoria procedural, que está alterada (Ullman y Pierpont 2005). En relación con las variables etarias, los niños responden de manera distinta, dependiendo de su edad. Así, los enfoques implícitos serían más adecuados para niños pequeños (Ebbels 2014) y los explícitos, más convenientes para niños mayores (Ebbels 2007). Lo anterior concuerda con un estudio donde terapeutas del lenguaje informaron que los procedimientos más empleados varían, según el periodo escolar del niño. En la etapa pre-escolar se utiliza el enfoque implícito. Por ello, el modelado es el procedimiento más aplicado, seguido de la reformulación. En el periodo escolar el enfoque explícito es el más frecuente, ya que se enseñan expresamente las reglas morfosintácticas (Finestack y Satterlund 2018). Acerca de las variables lingüísticas, los enfoques implícitos son más convenientes para los
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=