Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 269 – De lexicología histórica o preámbulos… • Soledad Chávez Fajardo mismo en Zerolo (1895). El hecho de que Baralt (1995 [1855]) haya tachado la voz como un “galicismo superfluo” tomado del francés affectioner “amar, querer, tener afecto, tener afición, inclinarse a personas y cosas” se debió al cruce entre dos unidades léxicas: una patrimonial que se estaba desusando (algo que comprobamos, por ejemplo, en que la voz ya no aparece en Moliner 1966-67, DEA 1999 y CLAVE y en CREA y búsquedas en Google) y la voz francesa misma, choque léxico que, de alguna forma, revitalizó la voz en español. Las secuelas de Baralt se ven en Echeverría y Reyes (1900), quien lematiza afeccionarse , con la marca g. de galicismo . Román (“Galicismo insoportable a los oídos castellanos”, 1901-1908). Toro y Gisbert (1912) informa que la voz es un “galicismo que usan algunos”. Lo mismo, ya dentro de la tradición lexicográfica de americanismos, con Santamaría, quien en 1942 seguía calificando la unidad léxica como un “galicismo reprobable”. Lo mismo en la tradición de los diccionarios manuales de laAcademia (cfr. NTLLE): en todos se cataloga el uso verbal pronominal como galicismo, salvo en la edición de 1989 del Diccionario manual , donde no tiene marca alguna. Interesante es que paralelamente los usuales − bajo el lema afeccionar − incorporan el valor reflexivo desde la edición de 1936, sin marca normativa o de prescripción alguna, lo que muestra, por lo demás, la independencia de ambas obras académicas. CONCLUSIONES Lexicología histórica indiana . Indianorrománica. Así lo pensamos desde un primer momento, celebrando esos estudios de Corominas y lo que queda por hacer con la historia del léxico en donde estas páginas son solo una muestra, un preámbulo; los ejemplos para unos prolegómenos, incluso. Insisto, de todos modos, que esta es labor necesaria y urgente en los estudios léxico-semánticos del español general. En esta primera, la metodología se centró única y exclusivamente en el filtro en codificaciones, en especial los diccionarios y monografías afines. Los datos recabados, empero, son los que se utilizarán para trabajar con la lexicología histórica de la voz (a vistas de una futura lexicografía histórica, a su vez). Por lo tanto, la metodología se ha insertado dentro del nivel histórico de la lengua (desde un punto de vista coseriano), aunque la información recabada en las codificaciones sea, desde el nivel textual, por lo que encontremos, mayormente, información que pueda contradecirse con el español como hecho de arquitectura y hasta pueda desdibujar algunos supuestos con los que hemos querido trabajar. A su vez, porque se han entendido estas voces bajo la norma de una sola lengua histórica y su ejemplaridad, también podemos llevarnos imprecisiones. Sin embargo, tal como hacíamos mención al principio de este estudio, a mayor cotejo con este tipo de gramatizaciones, mayor objetividad en la arquitectura, digamos, de la voz en cuestión.
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