Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 264 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier y lo mismo ha hecho el DRAE (y lo sigue haciendo en la edición actual, dicho sea de paso), sin embargo, el DALE la presenta como de uso general” (DHECan 2013: s.v. arveja ). Es decir, en pos de una ejemplaridad y de la codificación hispanoamericana, se silencian otras realidades de uso. 3.2. Variantes y polisemia Respecto al sentido base “una correa ancha, a manera de ataharre, que forma parte del atalaje y coopera a frenar el vehículo, y aún hacerlo retroceder” (DLE 2014), hay toda una tradición de significantes que mencionaremos por orden de aparición en las codificaciones: retranca 14 , arritranca 15 , alitrancas 16 , alitranco 17 , arritranco 18 , arristranco 19 y alitranca 20 . Por otro lado, y lo que nos interesa en este caso, hay una segunda acepción que la registramos en hispanoamérica en Rodríguez (1875) para Chile, que menciona un arritranco para Cuba (no sabemos su fuente), que equivale a “trasto viejo, mueble inútil, armatoste”. Le sigue Malaret (1917) para Puerto Rico, quien registra la variante arristranco , con el mismo significado, el mismo que el DA registra como arritranco para Puerto Rico y obsoleto para Venezuela. Es la unidad léxica que trae, justamente, el DHECa (2013), tanto para arritranco como arretranco : “Trasto [= cosa inútil, estropeada, vieja o que estorba mucho]”. Citan, los autores, para ello, Voces 14 La más frecuente desde la tradición lexicográfica bilingüe (cfr. Minsheu 1617, Franciosini 1620 y Stevens 1706). 15 El Diccionario de Autoridades (1776) lematiza una arritranca, a la que se refiere como poco usada. Esta arritranca ya está testimoniada en el Glosario de Palacio (cfr. DCECH 1981 s.v. retranca ) y Cuervo la toma de un inventario de 1471 ( Apuntaciones 1914, §817). CORDE registra la Instrución nauthica (1587) de García de Palacio, en este caso, con la misma significación. Rodríguez (1875) para Chile, desconociendo, lo más probable, la información de Autoridades, informa que en Chile se “pronuncia vulgarmente”, con el valor de retranca , esta arritranca . 16 Arona (1882), para Perú, registra alitrancas , para la primera acepción solo, extendiéndolo, además, fuera de la retranca , para el ataharre . Echeverría y Reyes (1900) para Chile, al igual que Arona, registra alitrancas , dando la equivalencia de retranca y ataharre . 17 Gagini (1892), para Costa Rica, registra alitranco , también como el ataharre, e incluye, además, las variantes en Colombia ( arritranco ) y Venezuela ( arristranco ). Asimismo, propone que la voz vendría de la variante colombiana arritranco derivada en alitranco ; además, con una transición semántica que vendría del ataharre a “la hebilla que en la parte trasera tienen los pantalones y chalecos, para ajustarlos y ceñirlos al cuerpo”, acepción que mantiene el diccionario académico hasta la actualidad para Costa Rica. 18 Uribe (1887) para Colombia, registra la variante arritranco . 19 Rivodó (1889) para Venezuela registra otra variante: arristranco y es el único, dentro de la tradición lexicográfica hispanoamericana, en dar cuenta de la voz arritranca en Autoridades como fuente de las variedades hispanoamericanas. 20 Román (1901-1908) para Chile, registra alitranca , como incorrección de retranca , “correa ancha, a manera de ataharre, que llevan las bestias de tiro”. Medina (1928) para Chile, lematiza tanto alitranca como alitrancas .

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