Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 258 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier para el español de Canarias). Por lo tanto, muchas veces la primera aparición de estas voces en procesos gramatizadores se da enAmérica o se difunde desde América. Estas voces solían tratarse, las más veces, como corrupciones (tal como comentaba Martínez Vigil) o puede darse la conciencia de que son usos históricos, que perviven en alguna variedad del español americano. Lo que informa el sacerdote diocesano Manuel Antonio Román, en uno de sus artículos lexicográficos, es un buen ejemplo de cómo podía un intelectual reflexionar en torno a este fenómeno en los albores del siglo XX: Barrial , m. Sitio o terreno lleno de barro o lodo. Anticuado ya en España, donde ha sido reemplazado por barrizal o barrero , y aun por sus sinónimos ciénaga , cenagal y lodazal (o lodachar y lodazar ), está en pleno vigor en todo Chile, en Colombia y otras repúblicas sudamericanas. Muchos son los vocablos castellanos que están en esta misma condición, esto es, anticuados en España y vigentes enAmérica: como brazada , disparejo , forado , llamado , ramada , torcaza , y muchos otros que irán apareciendo en su lugar, para no hablar de las meras transmutaciones o correcciones que no son usadas por la gente educada, sino solo por el pueblo; como arremedar , indulugencia , Ingalaterra , mesmo , mostro , recebir , etc. La razón de esto, como muy bien discurre Cuervo, es la incomunicación en que vivieron nuestros abuelos y hemos seguido viviendo nosotros con los españoles transfretanos. Tales vocablos son reliquias del castellano que hablaban los españoles del siglo XVI y que trajeron a estos países; por eso es que, leyendo a los autores que en ese mismo tiempo escribieron en España, agregaremos nosotros, hemos podido hacer numerosos descubrimientos y rectificaciones; con lo cual se ve que muchos de los llamados americanismos no son tales sino voces de castizo abolengo (1901-1908). En su reflexión, muy de su tiempo, Román aporta nuevos ejemplos que están en esta misma situación: la de ser, algunas palabras, diacrónicas en algunas zonas del español peninsular, mas no en Hispanoamérica. Asimismo, Román ya detecta que muchas de las unidades léxicas que pueden pasar como americanismos no son más que voces españolas desusadas en algunas zonas de España. Si nos detenemos en barrial , se la trata como arcaísmo léxico porque la voz, sea en las zonas de España donde se usa, sea en las zonas de Hispanoamérica donde se usa, no es una unidad léxica que forme parte del corpus actualizado del español estándar. Por ejemplo, Lerner (1974) informaba que la palabra se da en el leonés y el andaluz. Buesa y Enguita (1992), por su parte, siguen refiriéndose a la voz como un arcaísmo de expresión, es decir, como significantes que no se emplean o se emplean escasamente en el español medio peninsular (1992: § 150). Es relevante para el debate del concepto en cuestión que en un libro llamado Arcaísmos léxicos del español de América (un clásico, por lo demás) y en un emblemático estudio de dos filólogos españoles acerca del español de América se insista en que un arcaísmo es una unidad léxica usada en Hispanoamérica y que se usa en algunas zonas de España. Dicho así, generalizando, hasta podríamos pensar en un oxímoron o en una forma de dar por subentendido que se está hablando de
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