Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 153 – La fórmula Se usa o la atención a los contextos en fraseografía • Paz Battaner mezclados con el paisanaje. Amí no me parece mal, de menos nos hizo Dios. Por eso estoy aquí, declarando como un vulgar imputado. Gala, Antonio: “LA PENÚLTIMA”. Los invitados al jardín. Barcelona: Planeta, 2002. En la primera cita, que trata de la dificultad de alcanzar la independencia americana, se entreve claramente el matiz de posibilidad que introduce, aunque los que la lleven a cabo sean todos pardos analfabetos, tal como dice el personaje. En la segunda, la humildad señalada de Goyo se refuerza con la naturalidad con la que replica, atribuible a la unidad fraseológica que perseguimos; fía su rotunda afirmación de todo a la posibilidad de una solución escondida bajo su poco adecuada apariencia física. No cuadra tan exactamente la cita 3 deAntonio Gala, que en boca de un sacerdote podría interpretarse como un consentimiento humilde con la situación descrita. Lo cual deja interpretar la posibilidad de dos acepciones para de menos nos hizo Dios , una como esperanza posible, otra como reconocimiento de poco merecimiento pero con confianza. El limitado recorrido y la interpretación hecha hasta aquí sobre tres ejemplos ha sido solo una muestra de variedad de soluciones y un comienzo para establecer en lo posible, en un futuro diccionario, el tratamiento de este tipo de unidades fraseológicas, caracterizadas por tener la autonomía de un enunciado y exigencias muy fuertes de adaptación y de interpretación contextual en el discurso en el que pueden ir integradas. 3. CÓMO SE PODRÍAN TRATAR EN UN DICCIONARIO FRASEOLÓGICO Las expresiones estudiadas con la palabra clave el sustantivo Dios , sustantivo que por su significado aparece principalmente como sujeto del enunciado fraseológico, son una muestra en los dos diccionarios analizados de este tipo de enunciados. Podría pues proyectarse su análisis a las unidades fraseológicas con características de enunciados fraseológicos que, en primer lugar, necesitan ser contextualizadas, en su descripción fraseográfica, en un discurso posible con ciertas características; en segundo lugar, se podría concluir que en un diccionario necesitan atender tanto a la descodificación como a su codificación, cosa que no ocurre siempre con las formas simples. Esta necesidad, plasmada en úsase o se usa para, permitiría posteriormente su presentación onomasiológica, lo que serviría para proponer ciertos tipos de actos de habla reconocidos en la lengua, animar (la confianza), anunciar (un hecho, un hecho negativo, un hecho futuro), conformarse con (la voluntad de), consolarse de, dar (esperanza, a entender), disculpar, explicar (la esperanza, la duda, la certeza, la desconfianza), invocar a, pedir (ayuda, limosna), desear (suerte), despedir (al mendigo, a alguien), despreciar (la murmuración), rechazar (una propuesta), replicar, saludar (a alguien), entre otros posibles.

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