Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 136 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier 4.4. jefe(a) Las ocurrencias de la oposición léxica jefe/jefa son escasas: ni una sola vez aparece el MIO plural; solamente se evidencian 7 casos de opciones sustitutivas, pero siempre con el masculino singular ( jefe ), precedido de desdoblamiento ( la profesora o el profesor jefe, 3 / el profesor o la profesora jefe, 3 / la profesora y el profesor jefe, 1). No hay una sola ocurrencia de jefa en las BC . Intentaremos buscar una explicación para este curioso caso. El requerimiento por “desinvisibilizar” lo que el MIO hace imperceptible carga con algunos desajustes que a veces no favorecen dicha posibilidad. En ocasiones se confronta con aspectos ajenos a la gramática, pero relacionados con roles que antaño fueron casi privativos de lo masculino: prestigio, poder, supremacía, valoración social, ocupación de puestos importantes. Sabemos que médica es de muy vieja data en el DLE; se la incorpora por primera vez en 1869 con la acepción “la mujer del médico” y se le añade una nueva acepción en 1899 (“La que se halla legalmente autorizada para profesar y ejercer la medicina”, v. RAE, s.f., NTLLE, en línea); este último significado es incorporado en 1913 de modo idéntico a un diccionario chileno (Román 1913: 472). Sin embargo, todavía a inicios de este siglo XXI, hay tituladas de esa profesión que prefieren ser referidas como la médico . En el caso de jefa (cuya incorporación es incluso anterior, 1884, v. NTLLE, en línea) también hay indicios de un fenómeno similar; aunque sus referentes sean damas, ellas se consideran a sí mismas médicos y jefes . Lo mismo podría decirse de muchos otros casos ( fiscala , notaria, crítica , poetisa , etc.). La prevalencia del poder masculino y el prestigio de algunas ocupaciones sigue siendo una implicatura relevante (Márquez 2013). Ello genera, además, la confusión de los usuarios al momento de hacer uso de esos términos. Las opciones para jefe(a) en las BC evidencian esta situación. El DLE (2014, en línea) define jefe, a en su primera acepción con clara referencia a sus formas en masculino y femenino: “jefe, a. m. y f. Superior o cabeza de una corporación, partido u oficio”. No obstante, aquí viene el agregado que pudiera contribuir con la persistencia de la duda en algunas jefas que prefieren ser llamadas jefes . La cuarta acepción asentada en el DLE (en línea) establece lo siguiente: “4. f. coloq. p. us. Mujer del jefe”. Se aclara incluso que es “poco usado”, pero se usa y eso contribuye a repercutir en lo que García Mouton (1999) denomina “machismo femenino” (cit en Márquez 2013: 101). Esta situación se hace presente en los textos del corpus y de ello se derivaría la no ocurrencia de jefa 5 . Posiblemente, 5 Cabeza Pereiro y Rodríguez Barcia (2013) ofrecen diversos ejemplos sobre la marca lexicográfica “Mujer de X (varón)” y acerca de algunas designaciones de oficios referidos a damas en el DLE , ver específicamente las pp. 20-21. Si bien algunos de los términos reportados por estas autoras en 2013 como ausentes en el DLE han sido incorporados posteriormente al

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