Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I
– 114 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier brevedad de las sentencias. De mí sé decir que me dan más gusto que otros, aunque sean mejor traídos y con más sazón acomodados. O poco después en el cap. 43: –También, Sancho, no has de mezclar en tus pláticas la muchedumbre de refranes que sueles, que, puesto que los refranes son sentencias breves, muchas veces los traes tan por los cabellos, que más parecen disparates que sentencias. –Eso Dios lo puede remediar –respondió Sancho–, porque sé más refranes que un libro, y viénenseme tantos juntos a la boca cuando hablo, que riñen por salir unos con otros, pero la lengua va arrojando los primeros que encuentra, aunque no vengan a pelo. Mas yo tendré cuenta de aquí adelante de decir los que convengan a la gravedad de mi cargo, que en casa llena, presto se guisa la cena, y quien destaja, no baraja, y a buen salvo está el que repica, y el dar y el tener, seso ha menester. –¡Eso sí, Sancho! –dijo don Quijote–. ¡Encaja, ensarta, enhila refranes, que nadie te va a la mano! ¡Castígame mi madre, y yo trómpogelas! Estoyte diciendo que escuses refranes, y en un instante has echado aquí una letanía dellos, que así cuadran con lo que vamos tratando como por los cerros de Úbeda. Mira, Sancho, no te digo yo que parece mal un refrán traído a propósito; pero cargar y ensartar refranes a troche moche hace la plática desmayada y baja. Y es que hay diversos registros. Después de la aventura de los galeotes (I, 23) en la que don Quijote sale malparado, aplica un refrán como corolario de la experiencia: “Siempre, Sancho, lo he oído decir, que el hacer bien a villanos es echar agua en la mar. Si yo hubiera creído lo que me dijiste, yo hubiera escusado esta pesadumbre...”. En este caso don Quijote no ha hecho caso a la sabiduría de la experiencia que según él mismo considera manifiesta el refrán. El cura aplica en el escrutinio de los libros otros refrán de manera ingeniosa para calificar a uno de los libros que echan a la hoguera: Abriose otro libro y vieron que tenía por título El caballero de la Cruz . –Por nombre tan santo como este libro tiene, se podía perdonar su ignorancia; mas también se suele decir “tras la cruz está el diablo”. Vaya al fuego. La ingeniosidad está en aplicar al título del libro ( El caballero de la Cruz ) el refrán, que Horozo en su Teatro universal de proverbios glosa: Lucifer con su maldad por hacernos de su bando con mentira y falsedad so color de santidad procura entrar santiguando. Cada cual tenga atención
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