Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier. Volumen I

– 106 – Estudios en homenaje a Alfredo Matus Olivier 12. “EL SÁTIRO SORDO”: INVECTIVA CONTRA EL BURGUÉS INSENSIBLE Las tramas de otras ficciones escritas por Darío en Chile después de publicar Azul …, merecen destacarse como recurrentes entre los modernistas hispanoamericanos. Por un lado, la ensoñación –o ensoñaciones– en “El humo de la pipa” (octubre, 1888) y, por otro, en la ya referida indiferencia del medio en “El sátiro sordo” (octubre, 1988). Subtitulado “cuento griego”, el primero ingresó a la segunda edición de Azul … (1890). Transcurrido en el Olimpo, asimila la mitología griega a través de lecturas francesas (Hugo, Flaubert, Mendès), tendencia que su autor prodigará en sus creaciones futuras. No es gratuito, entonces, que se inicie con esta frase: Habitaba cerca del Olimpo un sátiro , casi idéntico al del poema “Le satyre” de Víctor Hugo: Un satyre habitait l’Olympe 94 . He aquí su resumen argumental. El rey, un sátiro velludo y montaraz , es de la selva, y son los dioses quienes le indican la conducta a seguir: Goza, el bosque es tuyo; sé un feliz bribón, persigue ninfas y suena tu flauta. Pero, subiendo al sacro monte, sorprende al padre Apolo tañendo la divina lira y el dios crinado le castiga tornándole sordo como una roca . Así, no podía distinguir lo bello de lo que no lo es, cuando –por ejemplo– el poeta Orfeo ( espantado de la miseria de los hombres vivía en los bosques), o a la Alondra, una de sus consejeras le cantaban; mas el sátiro no podía oír a Orfeo, capaz de hacer gemir a los leones y orar a los guijarros con la música de su lira rítmica . “El sátiro sordo” debe relacionarse con “El rey burgués”. Tanto este como aquel representan a quienes, teniendo el poder económico –y, por ende, el político– son insensibles a las voces de los artistas por lo que están incapacitados para poder comprenderlos. “Si la figura del magnate ignorante y caprichoso debía fuertemente haber chocado con la fina sensibilidad de Darío –apunta un crítico estadounidense–, más lo sería la de un presuntuoso crítico, a veces también académico, personificada en la imagen del asno, quien sentaba las bases dogmáticas de lo que debía ser o no ser aceptado en el mundo del arte, sin tener –la mayoría de las veces– la capacidad de creación artística. Este es el cuento de Darío en donde la burla es más directa con respecto a los presuntuosos críticos que ya por entonces tenía” 95 . En esta ficción, Darío opone la verdadera poesía –sintetiza un comentarista argentino– al gusto corrompido del burgués. Si bien la tendencia mitológica encubridora del modernismo sitúa la acción en un escenario helénico y 94 Véase La Lègende des siècles , París, Michel Levy Frères Hetchel, 1859, II, VIII, p. 73. 95 Ricardo Szmetan: “El escritor frente a la sociedad en algunos cuentos de Darío”, Revista Iberoamericana , vol. LV, núms. 146-147, enero-junio, 1989, p. 421.

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