El patrimonio arquitectónico industrial en torno al ex ferrocarril de circunvalación de Santiago: testimonio del desarrollo industrial manufacturero en el siglo XX

cho. Uno de estos molinos pertenecía a don Ricardo Infante, el Molino Esmeralda y el otro pertenecía a don Domingo Costa" 9 . Cercanas también a la energía hidráulica del Mapocho, en el sector del ex Mercado Providencia, funcionó una importante curtiembre del francés don Alcides Magnere, y aguas arriba, la fábrica de cerveza de Gubler y Cousiño, antecesora de la Sociedad Cer– vecerías Unidas. Por otra parte, en La Florida, Pirque y otros sectores tributarios del río Maipo, se extendían los viñedos y se construían importantes instalaciones para el proce– samiento y guarda de los vinos. 2. LA ESTACióNYUNGAY Y EL RAMAL HASTA EL MERCADO En la segunda mitad del siglo XIX, el Cementerio General y la Penitenciaría marcaban, por razones de salubridad y aislamiento, los extremos norte y sur del espacio capitalino. En la cuadrícula colonial entre el Mapocho y la Alameda, con el sacrificio de algunos claustros conventuales, se crearon los espacios necesarios para los edificios institucio– nales, oficinas de gobierno, bancos, hoteles, teatros, el comercio establecido, las casonas decimonónicas y en la periferia los establecimientos militares. Al norte del convento de Santo Domingo funcionaba el Mercado de Abasto, en un edificio bajo de planta cuadrada, reemplazado en 1872 por la actual estructura metálica, y su anillo perimetral de albañilería. En ese sector, en los terrenos aledaños al Mapocho, podía instalarse cómodamente el mercadeo informal y permitir el movimiento y esta– cionamiento de las carretas que lo abastecían desde las chacras de Batuco, Lampa y Conchalí. Con poco gasto, era posible unir el paradero de Yungay con un terminal en el Merca– do, acercándolo a la trama urbana consolidada, activando el desarrollo del barrio cercano a una nueva línea en terrenos loteados por la familia Portales. Sin embargo la construc– ción no se realizó hasta 1888, al parecer sin un terminal importante en el Mercado, pero sí en cambio en Yungay, con un hermoso pero pequeño edificio (desaparecido) de dos ni– veles frente a la Plaza Balmaceda. La línea Yungay-Mercado fue sin duda un adelanto en la concepción global de un ferrocarril de circunvalación, pero no hay antecedentes para suponer que su realización llevaba todavía esa intención, sino más bien la de permitir que los trenes de Valparaíso pudiesen llegar al centro de la ciudad, facilitando el intercambio comercial y financiero con el puerto, que aventajaba particularmente en sus actividades industriales a la capital. (Figura 25). Su realización no estuvo exenta de dificultades debido al desnivel natural de los te– rrenos, lo que obligó a importantes trabajos de relleno y construcción de muros de con– tención como los que enfrentan la plaza Balmaceda. Así como la ubicación de la Estación Alameda fue consecuencia de determinantes geográficas, para este nuevo ramal hasta las cercanías del Mercado, fue decisiva su posibilidad de inserción en el casco urbano, reedi– tando los modelos de algunas ciudades europeas. León Echaíz, René; Nunohué, Buenos Aires 1972, pp. 138-1 39. 84

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