El patrimonio arquitectónico industrial en torno al ex ferrocarril de circunvalación de Santiago: testimonio del desarrollo industrial manufacturero en el siglo XX

bercaseaux, Tocornal y Urmeneta 2 . Las sedas de don Alejandro Silva y Luis Sasa contaban ya con un reconocido prestigio, al igual que las aceitunas en conserva fabricadas por don J. M. Olavarrieta; el aceite de muy buena calidad de don Braulio Guilizástegui de Acon– cagua y el de don Toribio Larraín, de Viluco. El Molino San Pedro de Rancagua de propie– dad de A. Salas y Cía. producía la harina más refinada del país y las maderas labradas de la Hacienda Cunaco de don Carlos Valdés eran de una calidad notable 3 . Por otra parte, la Fábrica de Paños de Bellavista de don Guillermo Délano producía en esos años qui– nientos metros de paño diario. La fábrica de cristales y ladrillos de mismo señor Délano en Puchoco fue la primera establecida en Chile. Además existían numerosas curtiembres en Santiago, Valparaíso, Rancagua, Rengo, San Fernando, Talca, Chillán, Concepción y Valdivia. Sólo en Santiago había once, empleando a más de trescientos obreros. Especial– mente notable como ya se indicó era la del señor Tiffou 4 • Podemos destacar asimismo el Molino Corinto fundado en 1851 con bodegas en Talca, Valparaíso, Constitución, Peumo y San Javier. La fábrica de aceite del señor Delpiano, que funcionaba desde 1854 en la calle Huérfanos en Santiago, que luego en 1859 se traslada a la calle San Diego y en 1867 a la calle Moneda. Estaba montada a base de cinco prensas de tornillo y una gran prensa hidráulica con la que se elaboraban trescientos galones de aceite por día. La fábrica de jarcias de San Francisco de Limache, se estableció en 1864 por don Luis Osthaus cuyo cáñamo se traía de Quillota y la Ligua, contando con una máquina para escarmenar y hacer estopa y otra para enrollar el hilo. Esta era una de las fábricas más famosas del Pacífico que recibía encargos desde Manila, Tahití, Perú y Bolivia entre otros países. En 1865 se instaló la primera fábrica de perfumes de don G. Goeckel que elaboraba jabones, velas, polvos y esencias al igual que la fábrica de charos en conserva del señor Sciaccaluga en la Isla Quiriquina, que producía y exportaba ciento veinte mil tarros al año. En 1867 se estableció la fábrica de tejidos de algodón de los señores Poppe y Cía. en Valparaíso y en 1869 la fábrica de calzado del señor Benedetti la que desplazó a todo el resto de los importadores. En la purificación de ceras, artículo de gran demanda en esos años en que no había otro tipo de alumbrado público y privado más que las velas, se distinguían en este rubro los establecimientos de los señores Antonio Orrego, Bruno Amaral, Toribio Larraín y Darío Sánchez entre otros. Los colonos de Llanquihue tenían ya por 1869 máquinas de hilar como la de don F. Michaelis, existiendo asimismo las fábricas de aguardiente de don F. Oelckers, de lienzo de don J. Klein, de canastos de sauce de don G. Püschel, de aceite de linaza para pintura de casas de don J. Klagges, y de sombreros de paja de don C. Audler 5 . En 1875 se celebra en Santiago la Primera Exposición Internacional de Industrias que se realizó en el edificio que hoy ocupa el Museo de Historia Natural en la Quinta Normal hecho relevante que refleja el impulso en los avances de la industria en el país. En 1883, como ya se dijo, se fundó la Sociedad de Fomento Fabril, SOFOFA, a cuya iniciativa se celebraron las exposiciones industriales en 1884, 1894, 1910, 1916, 1922 Álvarez Andrews, Osear, 1936, op. cit., p.135. Álvarez Andrews, Osear, 1936, op. cit., p. 136. Álvarez Andrews, Osear, 1936, op. cit., p. 136. AlvarezAndrews, Osear, 1936, op. cit., p. 13 7. 62

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