El patrimonio arquitectónico industrial en torno al ex ferrocarril de circunvalación de Santiago: testimonio del desarrollo industrial manufacturero en el siglo XX

De manera particular no ha existido una discusión profunda en torno a uno de los aspectos claves del proceso de industrialización: el rápido cambio de una sociedad rural a una urbana y con ello la modificación de los patrones de trabajo y la vida cotidiana. En los noventa, este tema fue abordado desde una perspectiva t eórica más que sociológica, aplicada por arqueólogos históricos y post medievales, generando una división entre el estudio de la Arqueología del Consumo o Arqueología Post Medieval y la Arqueología de la Producción o Arqueología Industrial. Sin embargo, el tema de la urbanización no fue incorporado. A fines de la década del noventa, Charles Roser al analizar el progreso de la arqueología histórica en Gran Bretaña y América, argumentaba que la arqueología post medieval formaba parte de una arqueología histórica más amplia, centrada en cua– tro conceptos claves: una visión global del caso en estudio, un énfasis en las relaciones sociales del pasado, el estudio de las relaciones sociales a lo largo del tiempo y el deseo de interpretar el momento actual a través de la comprensión del pasado reciente. Desde el punto de vista de los arqueólogos industriales, estos conceptos no abordan el tema fundamental que corresponde a ¿cómo? y ¿por qué? se genera el proceso de industrialización. Las preguntas que surgen entonces son: ¿Corresponde el proceso a un fenómeno regional, nacional o internacional? ¿Se manifestó en un crecimiento de la pro– ducción asociado a un crecimiento de tipo urbano? Estas preguntas entre otras, fueron claramente abordadas por Peter Neaverson y Marilyn Palmer en su publicación, A rqueo– logía Industrial: Principios y Práctica 29 en 1998, estableciendo finalmente un marco me– todológico para la disciplina, focalizada en el proceso de transición hacia la industrializa– ción y los cambios que produjo ésta en la sociedad, el paisaje y el catastro arqueológico. A partir de 1998 una nueva generación de arqu~ólogos industriales en Inglaterra ha hecho suyo este debate intentando acercar ambas posiciones, Garry Campion se h a fo– calizado en el trabajo doméstico, Shane Gould en edificios del período industrial, David Gwyn en temas de tenencia de la tierra, Colín Rynne en el proceso de urbanización y Jim Simmonds en el contexto social del proceso industrial. Esta nueva mirada ha permitido desarrollar metodologías de aproximación empleadas en otras ramas de la arqueología . El tema de la industrialización no sólo implica cambios tecnológicos y de consumo, sino que también las nuevas relaciones sociales generadas en el período, expresadas en los edificios y en el uso del espacio, el cambio en el paisaje rural y urba– no y el control y propiedad de los monumentos y conjuntos así como los dueños del capital. En esta perspectiva es interesante la postura de algunos geógrafos como Paz Benito del Pozo, quien define el Patrimonio Industrial como un tema vinculado al fenómeno de las ruinas industriales que generan los procesos de reconversión productiva en las regio– nes de tradición industrial. Establece que los vestigios materiales de la industrialización deben ser considerados como elemento en la ordenación, planificación y definición de estrategias de desarrollo territorial en su triple condición de recurso, memoria del lugar y testimonio de identidad colectiva 30 . 2~) 30 Neaverson, Peter & Palmer Marilyn. Industrial A rchaeology Principies and Practice. Routledge, Londres, Gran Bretaña, 1998. Benito del Pozo, Paz; Patrimonio Industrial y Cultura del Territorio, Boletín A.GE. Nº 34- 2002, Universidad de León, España, Departamento de Geogra fía, p. 213 . 32

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