El patrimonio arquitectónico industrial en torno al ex ferrocarril de circunvalación de Santiago: testimonio del desarrollo industrial manufacturero en el siglo XX
En la década del cincuenta, del siglo XX, el término es empleado por Donald Dudley, profesor de latín de la Universidad de Birmingham, a quien podemos atribuir la expresión, como se entiende hoy en su sentido actual. Renée Evnard, ese mismo año, también lo utiliza en un artículo sobre el Alto Horno de Fundición de Saint Michel en Bélgica. Por su parte, en 1955 Michael Rix, emplea el término en un artículo sobre el puerto de Manchester en que plantea la necesidad de preservar los restos de la Revolución In– dustrial, presentes aún en la ciudad cuando escribe en la revista The Amateur Historian de la Universidad de Birmingham, quien por entonces era profesor en dicha institución. Según Aguilar, este sería el primer autor que luego en 1967 presentaría una perspectiva global de la disciplina 24 . El t érmino fue rápidamente adoptado a fines de los cincuenta e inicio de los sesenta, cuando los ingleses establecieron el primer grupo de investigación en 1959, dependien– te del Council far British Archaeology, con sede en Inglaterra. La primera publicación periódica referida al tema surge en 1964 con aporte de la Sociedad Inglesa N ewcomen y la Sociedad para la Arqueología Industria( (Association far Industrial Archaeology, AIA) 25 , constituida en 1973 . Profundizando en las definiciones más relevantes sobre el tema, podemos destacar aquella de Kenneth Hudson, quien en 1964 establece la Arqueología Industrial como una nueva disciplina científica cuya finalidad, es el descubrimiento, la catalogación y el estudio de los restos físicos del pasado industria( para conocer a través de ellos aspectos significativos de las condiciones de trabajo, de los procesos técnicos y de los procesos produc– tivos, y cuyo obj etivo será, un mayor y mejor conocimiento de nuestro pasado industrial en diferentes niveles: 1 . Conocer lo máximo posible sobre las condiciones de trabajo de los obreros y empresarios. 2. Conocer sobre las innovaciones y variaciones que los procesos y métodos de trabajo em– pleado por obreros, empresarios, propietarios y técnicos, es posible conocer los aspectos inmateriales del trabajo realizado por el hombre en el pasado. 3. Conocer las modalidades técnicas y tecnologías empleadas. 4 . Conocer y reconstruir el contexto físico en que se realizaba el trabajo y las condiciones de vida de los obreros, empresarios, y sus familias. 5. Finalmente, interpretar el pensamiento y actitud de la época frente al mundo, como pro– ducto de los elementos previos, a través de la reconstrucción de las condicionantes mate– riales del trabajo 26 . Sobre la definición de Hudson, Aracil comenta que ésta es presentada como una historia práctica, y ubica al arqueólogo industrial como un compilador de restos industriales del pasado, entendiendo éste de manera amplia, incluso incorporando elementos más re– cientes como por ejemplo la torre de lanzamiento de la primera nave espacial a la Luna. Conforme a este autor, la reconstrucción de un proceso industrial a partir de los restos 24 25 26 Aguilar Civera, Inmaculada; op. cit. , p. 6 . www.industrial-archaeology.org . uk Hudson, Kenneth, Industria/ Archaeology, an lntroduction,Penguin Books, Londres, 1963. 30
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