Reducción del riesgo de desastres y nueva Constitución

– 5 Reducción del riesgo de desastres y nueva Constitución:  hacia una perspectiva pública y transdisciplinar Prólogo Movimientos tanto visibles como subterráneos de nuestro devenir histórico han construido, paso a paso, un camino que cuestiona un comando tácito ante el cual hemos debido claudicar cotidianamente, a saber, la Constitución de 1980. No hay peor mandato que aquel que no se explicita, que no se discu- te, que no se conversa, y debe asumirse, por lo tanto, como intrínsecamente válido. Así es como fuimos compelidos a aceptar como incuestionable e in- modificable esta declaración unilateral del cómo organizarnos, del cómo nos entendemos en nuestro ser de chilenos. La Universidad -desde su misión pública- piensa y se piensa en Chile, y en esa construcción ha intentado acompañar este proceso de retroalimentación y cuestionamiento a nuestra Constitución. Las sucesivas reformas a la Constitución del 80 dejaron una brecha inabar- cable entre los horizontes de una ciudadanía que clamaba por derechos y un marco jurídico que declaraba una falsa suficiencia. Las reformas fueron incompletas; los intentos, fugaces. Desde la Universidad distintos actores fueron parte de la visibilización de este momento constituyente, de estos halos de cambios inciertos. En este movimiento subterráneo distintas voces murmuraban sus contra- puntos y abrían un momento de quiebre que se asentó en el proceso que comenzaría el 18 de octubre. Es probable que ese proceso no haya terminado, y que una nueva Constitución no sea el único fin posible, sin embargo -desde la Universidad- abrigamos la esperanza de que estas nuevas declaratorias contengan la coralidad de una ciudadanía diversa e intrincada que se ma- nifestará en esta nueva carta magna. El trabajo que aquí se presenta se hace cargo también de temas fundamentales del debate actual, como la equidad de género y el respeto a los pueblos originarios. Desde este espacio de creación de conocimiento aspiramos a vehiculizar e inspirar voces que entreguen a los ciudadanos instrumentos que habiliten la discusión de nuestros nuevos acuerdos. Este esfuerzo responde a una acción mancomunada de investigadores de distintos acervos que intenta encontrar puntos de intersección que se acerquen a la complejidad de este nuevo mun- do y, una vez encontradas las convergencias, potenciar formas inéditas de abordar problemas. Eso es lo esencial de la transdisciplinariedad, y el trabajo que aquí se presenta es un ejemplo insuperable de toma de conciencia de cómo la complejidad de los problemas que el país y la humanidad entera enfrentan hoy, no pueden

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