Arquitectura escolar pública como patrimonio moderno en Chile

ARQUITECTURA PUBLICA COMO PATRIMONIO MODERNO EN CHILE volúmenes singulares con espacios semicirculares o pa- bellones de aulas en base a curvas sinuosas. Es propio de estas obras la composición de cuerpos abstractos y lineales, donde los volúmenes preponderantemente se posicionan de forma horizontal, jerarquizándose los ac- cesos y cajas de escaleras con sobresalientes volúme- nes verticales, marquesinas y columnas cilíndricas. Las características antes descritas son el reflejo de los prin- cipios promovidos por la Bauhaus como modelo arqui- tectónico de referencia. Estos volúmenes conforman el espacio público in- corporando obras de carácter monumental por sus di- mensiones y emplazamiento estratégico (en general en esquinas entre grandes avenidas), de modo que la per- cepción de grandes volúmenes se enfatiza por la pro- yección visual y lineamiento perspectivo en la composi- ción de las ventanas en fachadas (e.g. Fig. 4.5). Las con- diciones del emplazamiento urbano son consideradas en cada proyecto de esta época, así, vemos que plan- tean accesos desde las calles principales con la com- posición de espacios intermedios de acogida y espera, composición formal de la esquina, retranqueos que in- cluyen antejardines en zonas de menor densidad. Los pabellones ordenados en torno al patio central presentan una composición formal diferenciada de la imagen externa. Se diseñan corredores y galerías como espacios intermedios (de salida desde las aulas al espa- cio exterior, e.g. Fig. 4.4). El diseño de estos corredores en base a columnas cilíndricas, permiten, mediante su lectura lineal percibir volúmenes más livianos y aparentemente elevados del suelo (Fig. 4.1a). Sin embargo, esta respuesta formalmente vincula- da a una visión racionalista, no tiene en cuenta princi- pios estipulados a partir de 1955, en que la Comisión de Construcciones Escolares de la UIA, indica: “Como elemento esencial establece la vinculación de las es- cuelas a las viviendas para poder acortar los recorridos de los escolares así como evitar el cruce con las princi- pales vías de circulación rodada, recalcando la impor- tancia de la vinculación que las escuelas deberían tener con zonas verdes de esparcimiento.” ( Martínez , 2014, p. 149). Evidentemente estos principios serían aplicables a las obras de la última época de estudio y vemos que efectivamente se intenta instaurarlos en aquellos pro- yectos que comienzan a ordenarse al interior del terreno de emplazamiento (Fig. 4.2). 89

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