Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile

Caracterización y análisis del sistema socioecológico bosque nativo – 83 Liderazgo. Se define a partir de actores que poseen un rol estratégico en el uso y manejo del bosque nativo. Estos liderazgos representan conjuntos de valores propios y diversos, que permiten reflejar la complejidad del SSE. En todos los casos se trata de actores visibles y con incidencia directa en las dinámicas del sistema de recursos, y, por tanto, con una posición clave en el establecimiento de acuerdos y la construcción de gobernanza. De acuerdo a la matriz de actores claves (Figura 4), los principales liderazgos del SSE del bosque nativo estudiado los poseen actores integrantes de los siguientes grupos: » Propietarios (Grupo 2) : actores centrales en la construcción y repro- ducción de conocimientos y prácticas en torno al bosque nativo. Con- trolan la propiedad y la productividad del bosque nativo, deciden sus principales usos y enfrentan los desafíos de un manejo sustentable. En concordancia, pueden presentar tensiones con discursos de conserva- ción y con la normativa forestal. Principalmente hablamos aquí de pe- queños y medianos propietarios, ya que de acuerdo a los antecedentes expuestos por los mismos entrevistados, grandes propietarios de bos- que nativo (particulares y empresas forestales) tendrían una mínima o nula articulación con el resto de los actores del SSE. » CONAF (Grupo 3) : establecen sistemas de gobernanza sobre el bos- que nativo. Dialogan con propietarios y empresarios turísticos para concretar el cumplimiento de la normativa, de esta manera, poseen una alta influencia en la toma de decisiones del SSE. Capital social. Definido a partir de las “relaciones sociales que se basan en la confianza y los comportamientos de cooperación y reciprocidad” (CEPAL 2003:147), como “red duradera de relaciones más o menos institucionalizadas de conocimiento y reconocimiento mutuo” (Bolívar & Elizalde 2011:8). Para su análisis, se consideraron como fuentes cuatro dimensiones derivadas de la defi- nición de Ostrom (2009), desarrolladas en la Tabla 6.