Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile
Socioecología del bosque nativo en Cachapoal – 53 El Modelo “Ostrom” puesto a prueba En este apartado revisamos escuetamente las variables principales identificadas en el modelo de Elinor Ostrom (1990, 2007) para el análisis de Sistemas So- cioecológicos. Nuestro estudio revisó en detalle cada uno de estas variables y las relacionó con cada uno de los tipos de actores reconocidos para el territorio, en los contextos de bosque nativo de las comunas identificadas; no obstante, aquí solo reseñamos sus definiciones y mínimos alcances. Si bien todas las variables y actores se expresan en los relatos, en algunos casos y tipos de actores no se en- cuentran representados en todas las variables, pues parece obvio que no siempre resultan atingentes. Caracterización de usuarios Los rasgos que mejor ayudan a definir o caracterizar a cada actor relacionado con el bosque son: su relación con el cerro, la importancia del bosque dentro de su economía familiar y la tenencia del predio. La relación con el cerro refiere a la importancia relativa que el bosque ha tenido durante el ciclo vital con el tipo de habitante particular, y consecuentemente el lugar que este ocupará dentro del sistema. En base a lo anterior encontramos sujetos que han vivido toda su vida en la zona, otros que siendo de la zona, han emigrado y luego regresado; y otros que han llegado desde otros lugares. La importancia del bosque en la economía fami- liar, refiere a la relación con el bosque en lo relativo a la dimensión productiva; y no será la misma para quienes viven de las actividades que allí se realizan, como para los que solo reciben del bosque un aporte complementario, o no reciben nada. En el caso de la tenencia, podemos identificar tres tipos principales: pro- pietarios individuales (con terrenos regularizados o sin regularizar), propietarios colectivos (con o sin división de predios) y los usuarios no propietarios (arrenda- tarios o usuarios sin autorización). En estos tres tipos, según los relatos de los entrevistados, podemos inferir formas diferentes en la eficiencia que cada uno tiene en la preservación del siste- ma, donde el no propietario, sobre todo el que utiliza el cerro sin autorización, tendría una relación poco consciente e irresponsable, y sin ningún tipo de regu- lación en sus prácticas. En otro nivel tenemos al usuario propietario individual, quien, si bien tiene un criterio de cuidado del recurso, no es controlado por nadie en cuanto al uso que le da al bosque. Por último, tenemos al propietario colecti- vo, sobre todo al que funciona de manera asociativa, que utiliza el bosque como propio, pero el cuidado es colectivo y normado mediante el establecimiento de reglas compartidas de uso.
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