Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile

A medio camino en la reconciliación con el bosque nativo: – 21 libro aporta para dimensionar el papel de la cultura en la sustentabilidad de los bosques nativos del centro sur de Chile. En efecto, el escenario en que se sitúa la reflexión es el de las comunidades aledañas a los bosques nativos, en territorios donde se concentran enclaves de reconocida biodiversidad. Tal escenario es un producto histórico fruto de los procesos de colonización y de posicionamiento diferencial derivados de la aven- tura colonial en el suelo americano, tal como aquí describe Wladimir Riquel- me. El credo citadino, agrícola, ganadero y minero marca el territorio chileno: la ocupación de los valles se asocia a su despeje . Hacer sociedad, desde la mirada hispanocéntrica, es erradicar el bosque, mientras hacer fortuna es herir los ce- rros para extraer de ellos la riqueza minera. La dinámica que ello engendra no es otra que el progresivo deterioro de los ecosistemas mediterráneos y templados de estas zonas. Son residuales en este esquema los bosques nativos y las comu- nidades indígenas y campesinas que encuentran espacios para sobrevivir en las rinconadas, en las quebradas y en los cerros, permitiendo allí la regeneración de boquetes verdes. El papel que los residentes de las zonas boscosas juegan en los procesos de regeneración de la naturaleza no ha sido convenientemente abordado en su complejidad y en términos de su impacto en la reproducción de las condiciones de vida locales, tal como lo demuestran los textos que componen este libro. La inspiración socioecológica, derivada de Ostrom, permite a las y los investigado- res aquí reunidos hacerse cargo del engranaje del que participan, no solos seres humanos, sino que también las demás especies y naturalmente las herramientas mismas de la acción humana, dando lugar a paisajes diversos en las periferias ecológicas (Ortega 2010). La perspectiva de los sistemas socioecológicos permite revisar de un modo integrado el papel de las comunidades locales en el contexto del bosque nativo, pues invita a observar tanto elementos de dominio cultural como ambiental (Gó- mez & Cadenas 2015, Ostrom 2009). El éxito de los sistemas auto-organizados de gobierno de los recursos comunes depende de la confianza, la reciprocidad y los sistemas de comunicación radicados a nivel de la comunidad. En el Capítulo 2 de este libro, los autores demuestran que la geografía de tales atributos en Ca- chapoal dista de ser homogénea: “Cerro abierto significa uso común y entonces la regla es la cooperación” (contrariamente a Hardin), pero el cerro no entraña gran competencia a no ser que haya filones mineros, canchas de esquí o vistas y senderos turísticos que puedan ser comercialmente explotados. La estratifica- ción comienza aguas abajo, en razón inversamente proporcional a la confianza, hasta llegar a los pueblos donde la fragmentación termina por aniquilar las po-

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