Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile

12 – hacia una socioecología del bosque nativo en Chile Como parte de nuestra idiosincrasia, la noción de propiedad privada es muy fuerte en Chile. En el caso de los bosques, muchas veces se les trata como si fue- ran “bienes de consumo” sin mayor consideración. Los bosques, sin embargo, no son un bien de consumo, sino ecosistemas que cumplen múltiples funciones eco- lógicas, con implicancias sociales y ambientales que van más allá de los cercos del predio y de lo que razonablemente podría ser apropiable, como la producción de oxígeno, la regulación del ciclo hidrológico y la protección de la biodiversidad. Estas funciones son fundamentales para mantener una convivencia armónica y vivir en territorios saludables y resilientes, social y ambientalmente, lo cual resul- ta muy importante en un contexto de cambio climático, que permanentemente tensiona nuestro tejido socioambiental. En este marco, los aportes de Elinor Ostrom y su socioecología son claves para comenzar a mirar la gobernanza de los bosques chilenos más allá de la pro- piedad privada. Los cambios que está experimentando nuestro entorno ambien- tal y las demandas crecientes de la sociedad por bienes y servicios de los bosques, van a requerir nuevas formas de gobernanza que complementen y contribuyan al cumplimiento de objetivos individuales y colectivos para un buen vivir, como parte necesaria y pertinente de la política pública. Algunos insumos se encuen- tran en la propia realidad boscosa en diferentes contextos del país. La búsqueda y el rescate de estas experiencias es la finalidad de este libro. Esta socioecología del bosque plantea que nuestra existencia y bienestar depende de lo que hagamos, pero también de lo que hagan otros, en un sentido de interdependencia y corres- pondencia. Mientras más y mejores relaciones establezcamos en nuestros terri- torios más resilientes seremos, y que el respeto y la justa distribución de costos y beneficios, derechos y deberes, deben ser pilares en dicha construcción. Avanzar hacia una socioecología del bosque chileno, desde los bosques de queñoa en la región de Arica y Parinacota hasta los bosques de coigüe de Ma- gallanes en Isla Navarino, más allá de la clásica visión predial que se tiene de su gestión, nos puede permitir identificar y relevar una serie de acuerdos tácitos, normas, organizaciones y formas de gestionar el territorio que han estado ocultas o invisibilizadas para la gran mayoría. Estas antiguas o nuevas formas de gestión, una vez reconocidas y fortalecidas, podrían ser claves para resguardar la inte- gridad de los bosques y ecosistemas en general, así como reconstruir-fortalecer nuestro tejido social, tan dañado en muchas localidades tras décadas e incluso siglos de abusos, individualismo y relaciones asimétricas. Este libro surge a partir de cuatro estudios de caso desarrollados desde la Re- gión de O´Higgins hasta la región de los Ríos, como parte del Sistema Integra- do de Monitoreo de Ecosistemas Forestales (SIMEF), y representa un esfuerzo