Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile

Prólogo – 11 PRÓLOGO Los desafíos que enfrenta el manejo y conservación de los bosques nativos en Chile son enormes y de distinta naturaleza. Su escasa valoración por parte de la sociedad ha facilitado procesos de destrucción y deterioro generalizado. Al respecto, se estima que más de diez millones de hectáreas de bosque nativo, en muchos casos de bosques adultos con escasa intervención humana, fueron arra- sados por las llamas en el centro y sur del país durante los siglos XIX y XX. Solo en la región de Aysén se quemaron más de 3 millones de hectáreas de bosques, cuyos restos aún yacen en los cerros erosionados que se encuentran a lo largo de la carretera austral. La historia de los bosques refleja, en cierta medida, lo que ha sido la histo- ria política, social y económica del país. Durante la colonia fueron talados para proveer de vigas y carbón a la minería, en el siglo XIX fueron diezmados para expandir la producción de cereales, luego a partir de 1974 fueron sustituidos por plantaciones de pinos y eucaliptos, y hoy, en la zona central, se siguen destruyen- do para ampliar los cultivos de paltos y frutales. La economía ha prevalecido por sobre el valor ecológico, social y cultural de los bosques, repitiéndose un mismo patrón: mientras los beneficios de la expansión minera, agrícola y forestal se han concentrado en pocas manos, los costos del deterioro ambiental los pagamos todos, especialmente las comunidades locales que pocas veces logran percibir los beneficios de esta explotación. Este guion, que a veces denominamos “desa- rrollo”, ha provocado desigualdad, estados de marginación y pobreza crónica, y ha incubado un sentimiento de injusticia y frustración que en algunos casos ha derivado en violencia. Chile es uno de los países del mundo que más ha privatizado sus bosques. Según el último Censo Agropecuario y Forestal (2007), cerca de dos tercios de la superficie de bosque nativo tienen dueño. Personas naturales, comunidades agrícolas, empresas e instituciones de distinta naturaleza, conforman un mosaico social diverso y complejo. Esto no ocurrió al azar, sino que es consecuencia de políticas públicas diseñadas y promovidas desde el Estado, lo cual es relevante para efectos del libro, pues la propiedad privada del bosque ha sido su principal instrumento de gobernanza. Algunos de los hitos históricos que han marcado este proceso son la colonización chileno-europea del sur del país, y el despojo de las tierras que estaban en manos de pueblos originarios, la reforma agraria que en muchas zonas mejoró la distribución de la tierra, y la posterior contra-reforma impulsada por la dictadura y la privatización de grandes predios fiscales.

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