Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile

Estudio descriptivo de variables socioecológicas de usuarios del bosque – 113 Participación en organizaciones, redes o programas En términos de organizaciones en Panguipulli preocupadas del uso del bosque nativo, se identifica una clara inexistencia de las mismas entre pequeños propie- tarios, sobre todo en Liquiñe, Coñaripe y sus alrededores. Si bien hay presencia de personas no mapuche dedicadas a la venta de madera nativa, éstas no se agru- pan y no persiguen objetivos en conjunto. Un pequeño propietario del sector de Liquiñe describe esta realidad del siguiente modo: “Esa parte de las organizaciones no, porque aquí cada uno se dedica individual nomás: si yo puedo cobrar cien pesos más lo cobro, y si el otro quiere cobrar doscientos lo cobra, si total aquí la cosa es ‘el que pudo, pudo nomas’. Así se trabaja aquí”. El manejo del bosque para la actividad maderera se hace de manera indepen- diente y a través de planes de manejo de CONAF que se renuevan en la medida en que se pretende seguir explotando el bosque. Si se toma la decisión de no seguir explotando el bosque nativo, o un uso para el autoconsumo solamente, se prefiere un manejo individual e incluso no practicar manejo en lo absoluto. Esto queda evidenciado, por ejemplo, en lo descrito por un prestador de servicios ma- dereros de Liquiñe: “En este momento no manejamos el bosque con plan de manejo, le hicimos un raleo, lo limpiamos y le sacamos todo. Así no más, por cuenta mía, aunque en ese tiempo CONAF lo pagaba. No toqué nada de eso, lo hice solo no más, no quise postular”. En relación a la participación en programas de instituciones públicas, se re- conocen los aportes de PRODESAL a los pequeños propietarios. Asunto dis- tinto son los programas que fomentan la leña seca: estos no parecen revestir un gran avance en el territorio. El maderero citado anteriormente piensa que estos programas no son aplicables porque CONAF, por lo menos en Coñaripe, no entregó los galpones para almacenar y secar la leña. Se reconocen, sin embargo, charlas sobre el secado de la leña y los beneficios que a futuro podría traer la certificación. A diferencia del rubro maderero, los usos no madereros del bosque sí convo- can a que los pequeños propietarios formen organizaciones: el turismo, la arte- sanía en madera nativa y la apicultura, específicamente.

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