Hacia una socioecología del bosque nativo en Chile

Estudio descriptivo de variables socioecológicas de usuarios del bosque – 107 rra. Su orientación está dada por la finalidad económica del predio, esto es, las plantaciones exóticas de pinos y eucaliptus, que equivalen al 80% de la superficie de la propiedad de la empresa en la comuna, con un 20% restante ocupado por bosque nativo. La tierra constituye un medio de producción donde se expresa la visión de una empresa, con un directorio que adopta decisiones sobre un bien productivo. Pudiese considerarse que estas propiedades responden más bien a una fase capitalista post reforma agraria, donde fundos que fueron parte de tie- rras reformadas fueron parcialmente devueltos a sus dueños originales, mientras que otros fueron traspasados a CONAF y CORFO para remates, traspasos y ventas. La visión del territorio, del suelo y del bosque está mediada, en este caso, por variables económicas de uso y extracción de recursos, y por la generación de rentabilidad a partir de las acciones desarrolladas. Historia de uso del bosque En el caso de los pequeños y medianos propietarios entrevistados, los relatos des- criben una intensa selva formada por especies nativas diversas. Parte de los bos- ques fueron quemados con el fin de establecer las viviendas y las áreas agrícolas y ganaderas para la subsistencia. Estos árboles fueron también utilizados para la confección de casas, primero muy rústicas y más elaboradas cuando llegaron aserraderos y locomóviles al territorio. En el caso de los usuarios del bosque nativo vinculados principalmente a las actividades de recolección y turismo, de los siete entrevistados, cuatro de ellos tenían una residencia de larga data en la comuna; dos de ellos provienen de fami- lias colonas y aún mantienen la propiedad de la tierra, pero, debido a su tamaño, no es suficiente como para desarrollar sus actividades económicas principales. La relación histórica de ellos con el bosque nativo se ha dado a través del uso de los servicios ecosistémicos que éste presta. Así, la relación es previa a la concep- tualización de los servicios mismos, y es la experiencia la que les lleva a “mirar” el bosque, también, en sus servicios no maderables. En el caso de los recolectores de frutos silvestres y de plantas medicinales, el uso está profundamente arraigado en un conocimiento heredado de sus familias, de realizarlo desde niños con abuelos y padres. Este conocimiento experiencial sobre el bosque es muy difícil de equiparar, ya que involucra un nivel de observa- ción y experiencia que se arraiga en la propia vida.

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