Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación

38 – Opinión pública contemporánea (Enzensberger, 1974). Se produjo una diseminacion de radios (y luego de televi- siones) libres como critica a los monopolios de radio y televisión pública, con una vertiente comercial sobre todo en el ambito anglosajon y nórdico (Gaido, 1981) y otra mas pro-social que criticaba la falsa promesa de representatividad de los medios estatales, principalmente en los paises de Europa central (Flichy, 1981). Se produce un proceso de implementacion de politicas para el desarrollo de medios y radios co- munitarias en varios paises (Francia, Belgica, Inglaterra, Alemania, los Paises Bajos), como consecuencia del proceso iniciado por los medios libres (Mattelart y Piemme , 1981). La irrupcion de movimientos antinucleares y ecologicos en los 80s también va a generar otra ola de explosion de medios alternativos diversos. De manera que el presente y futuro vaticinado por Habermas a principios de los 60s -el declive de la esfera pública, producto de los medios de masas y la excesiva presencia del Estado en los problemas públicos- parecía tener un desarrollo diferente al presupuestado. Este contexto también coincide (¿causa o efecto?) con un proceso de instituciona- lización en la academia de los estudios sobre comunicación alternativa, como fue el caso de Radical Media de J.D.H. Downing (1984), que se convertirá en un clásico. Downing (1988) investigó el caso de los medios alternativos relacionados con el movimiento antinuclear en Alemania y a partir de ahí problematizó el concep- to de esfera pública alternativa [“ alternative public realm ”]: “ propuse que una esfera alternativa era empíricamente visible en las organizaciones del movimiento y en la avalancha de libros, panfletos, revistas y folletos antinucleares que circulaban entonces ” (Downing, 2001, p. 29). Un año después, analizando formas de activismo político a través del uso de computadores en el contexto estadounidense, sugeriría que este tipo de experiencias también podrían identificarse como ejemplos de una esfera pú- blica alternativa (Downing, 1989). Downing acuña este concepto en diálogo con la obra de Habermas, señalando que “public realm” es el modo en que se ha traducido el original concepto alemán de “ ffentlichkeit ”, cuyo sentido original sería “ abierto, público, común ” (Downing, 1988, p. 164). Reemplaza las instituciones señaladas por Habermas -cafés, salones, prensa burguesa- por manifestaciones contemporáneas, tales como librerías, bares, cafeterías, restaurantes, tiendas de comida, en que se desarrollan discusiones y deba- tes sobre los temas presentados por los medios del movimiento antinuclear, desta- cando el carácter horizontal de los canales de comunicación en circulación. Asimismo, Downing observa una conexión entre su concepto de esfera pública alternativa y el concepto de esfera pública proletaria de Negt y Kluge. Por una parte, critica su conceptualización un tanto esquemática, pero al mismo tiempo les conce- de un valor respecto del contexto histórico-social de su publicación: “ había un ca- rácter fuertemente doctrinario y abstractamente utópico en gran parte de su discusión, pero sugirió en principio un importante planteamiento, a saber, la identificación de

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