Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
28 – Opinión pública contemporánea fahrung: Zur Organisationsanalyse von bürgerlicher und proletarischer Öffentlichkeit ”, que llegará a ser publicado en inglés en 1993 bajo el título “ Public Sphere and Ex- perience. Toward an analysis of the bourgeois and proletarian public phere ” 2 . Si bien Negt fue asistente de Habermas y Kluge un amigo y discípulo de Adorno, se tien- de a ubicarlos en lo que se ha dado en llamar “la vertiente cálida de la Escuela de Frankfurt” (Neumann en Holder, 2009), por estar más interesados en la subjetivi- dad política y lo inesperado, antes que en la problemática estructural –hasta cierto punto determinista– de sus autores clásicos. En este libro, del que sólo existe una versión completa en inglés y la traduc- ción de apenas una parte en castellano (VV.AA., 2001), Negt y Kluge plantean va- rias ideas en diálogo crítico con la tesis general de Habermas, en términos teóricos como históricos. Es así como sostienen que su concepto de esfera pública burguesa está construido sobre la negación de la experiencia cotidiana, constituyendo “ una abstracción de la experiencia real ”, cuya principal consecuencia es “ reproducir la explotacion y el bloqueo del contexto de vida de las clases subalternas ” (p. 195). Luego de esta exclusión de intereses vitales sustanciales, el concepto de esfera pública bur- guesa devuelve “ una imagen mistificada de la realidad ” (p. 195) que se concibe a sí misma como totalidad. Insistiendo en la necesidad de comprender las formaciones públicas post-libe- rales y post-letradas en otros términos que no sean la desintegración o el declive (la tesis de Habermas), distinguen entre una esfera pública burguesa clásica y otra actual. Para Negt y Kluge, la esfera pública burguesa de cafés, salones y prensa escrita de los siglos XVIII y XIX en Habermas está basada en un modo de producción “casi artesanal”, mientras que en el capitalismo tardío de la segunda mitad del siglo XX, es posible hablar de una esfera pública industrializada, con un nivel más organizado de producción, con dispositivos comunicacionales como la televisión e incluso los dispositivos informáticos incipientes del momento. No obstante, para los autores, lo común en ambos momentos es que en la esfera pública dominante se da un rechazo del contexto de vida de quienes forman parte del sector de la producción, así como su utilización y explotación por parte de inte- reses privados: “ el contexto de vida forma parte evidentemente de la produccion y de la esfera publica, pero al mismo tiempo queda excluido porque no es reconocido en su totalidad concreta como un todo autonomo ” (Negt y Kluge, 1993, p. 17). Allí radica su principal impacto en términos culturales, políticos e ideológicos: “ Éste es el fundamento del pauperismo destructor de experiencia de la industria de la 2 Previamente, Armand Mattelart y Seth Siegelaub habían publicado en inglés un extracto de esta obra en 1983, como parte del segundo volumen de Communication and Class Struggle.
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