Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
Sentidos y prácticas en la investigación sobre opinión pública - 217 nar las metodologías” (Entrevista 2, investigadora de consultora privada). Dentro del repertorio de estrategias de indagación de la OP, aparece lo cualita- tivo. Sin embargo, ello no rompe con el dominio de la encuesta de opinión como eje estructurante de las operaciones desplegadas en el campo, en tanto se mantiene como modelo de la producción de información establecida en el mismo. En la po- sición comercial y académico-comercial se señala adecuar a la pregunta de investi- gación la estrategia metodológica (cualitativa, cuantitativa o mixta), aunque los ele- mentos que fundan el tipo de conocimiento producido no refieren en ningún punto a lo cualitativo. La lógica cuantitativa, en general, y la encuesta, en particular, se mantienen como los pilares de la investigación sobre OP, apareciendo lo cualitativo solo en relación a determinados requerimientos específicos. Si además se considera que la investigación cualitativa sobre OP, en la determinación discursiva planteada por quienes conforman el campo a su alrededor, se especifica frente a ciertos temas, pero no sobre la OP en sí, pierde una conexión fuerte con la misma. Salvo en la posi- ción académica-comercial, donde se plantea la importancia de la formación de OP, proceso articulador de planos colectivos e individuales, los cuales, eventualmente, requerirían de herramientas cualitativas para su indagación integral. No obstante, lo que los investigadores/as académicos/as que hacen consultoría solo se ubica a nivel de la propuesta y no de los hechos concretos desarrollados en el campo. Los/as investigadores/as comerciales plantean que el mundo académico –preo- cupado de fundar teóricamente la OP, según su entender– propone investigaciones largas, con requerimientos técnicos de mayor complejidad, análisis profundos de información, entre otros elementos que caracterizan su fórmula. Se trata de una di- ferencia de lógica. La academia buscaría generar conocimiento sobre sus objetos, lo cual, como señalan desde la posición académico-comercial, implica procesos com- plejos, de larga extensión, mientras que la consultoría se aplicaría una “receta” meto- dológica para dar respuesta a las demandas de los clientes: el mandato domina sobre la construcción de conocimiento en torno a un determinado tema. Los/as entrevistados/as situados/as entre la academia y la consultoría no de- finen la OP, aunque problematizan dicha situación. Para investigar la OP, se debe tener un concepto de la misma y el campo de la misma no ha hecho esfuerzos en función de ello (incluyendo su propia posición en este punto). Un primer elemen- to, se enfatiza la importancia de contar con un concepto claro y auto-evidente de OP, donde el sujeto de la misma quede delimitado, trasponiendo la etapa actual de la discusión (o no discusión), en tanto hoy se entiende como el consenso presente en relación a un tema, frágil y volátil. Un segundo elemento de discusión sugerido pasa por entender la OP en cuanto a su proceso formativo, como interrelación entre un plano individual y colectivo. Se puede notar como dicha línea de interrogación
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