Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación

198 – Opinión pública contemporánea con el objeto de separar votantes potenciales de quienes se abstendrían y este filtro no resolvió el problema de la construcción del marco muestral. El mecanismo se uti- lizó en las Elecciones Municipales 2012, en las Elecciones Primarias del Pacto Nueva Mayoría 2013 y en las Elecciones Parlamentarias y Presidenciales del mismo año. ¿Cuáles son las principales dificultades de la auto-declaración? Observamos dos grandes riesgos asociados a la pregunta directa como herramienta para filtrar o sepa- rar grupos de electores: • La Conducta electoral no es necesariamente auto-observable . Los individuos no siempre logran anticipar su conducta futura (y con mayor dificultad identificar si su intención de voto corresponde a una conducta futura segura, probable o improbable), ya que ésta es una decisión final que está asociada a otras varia- bles. Esto se ve reforzado porque la decisión de votar no siempre está tomada al momento de contestar la encuesta. La encuesta CEP (2012a) revela que para la elección municipal de ese año, un 60,5% de quienes se abstuvieron, lo deci- dieron antes de que comenzara la campaña municipal, un 17% tomó la decisión de no votar durante la campaña, mientras que otro 17% tomó la decisión de abstenerse el mismo día de la elección. • Deseabilidad Social de la Respuesta. Frente a la conducta electoral, existen una serie de consideraciones sociales que hacen “deseable” participar. Esto se tradu- ce en una sobre-declaración, es decir, personas que declaran una probabilidad efectiva de voto, aunque muchas de ellas ya han tomado la decisión de no votar. Este fenómeno no sólo afecta a las encuestas electorales, sino que a las poste- lectorales, en que, de manera sistemática, el porcentaje de personas que declara haber votado es significativamente mayor al porcentaje de participación efecti- va en la respectiva elección. A partir de este mecanismo de auto declaración, la mayoría de las encuestas elec- torales anticiparon, para las elecciones Municipales 2012, entre un 60% y un 80% de participación. Sin embargo, ésta alcanzó el 44%, que bajó al 35% en la última elección municipal de 2016. Anotemos que la última encuesta CEP de noviembre diciembre 2016 registró un 53% de personas que declararon haber votado en esa elec- ción. Es decir, la auto declaración no funciona ni para anticipar si las personas con derecho a voto lo ejercerán, ni para conocer su conducta anterior en este ámbito. No obstante que son muy pocas las encuestas que cumplen con las condiciones para anticipar el resultado de una elección, el uso principal que los medios de comu- nicación hacen de ellas, es difundir resultados de intención de voto, identificando ganadores y perdedores de un evento electoral. Obviamente, estas publicaciones omiten toda referencia a las limitaciones técnicas de la encuesta en cuestión. Un

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