Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación

Medios de comunicación y opinión pública - 197 la opinión pública tiene sobre un candidato, un partido político o una coalición y para elaborar y definir estrategias de campañas políticas, a través de los perfiles de electores, la caracterización de los indecisos, la identificación de los problemas más sentidos por distintos tipos de electores, la segmentación de nichos de mercado electoral, la adopción de decisiones estratégicas y ajustes de las campañas políticas, la construcción del discurso público, etc. Sólo excepcionalmente las encuestas son herramientas de predicción de resultados electorales; para que lo sean, deben cum- plirse al menos los siguientes requisitos: a. Tamaño muestral adecuado al universo que se representa. b. Que estén definidos todos los candidatos que definitivamente van a competir en la elección. c. Una proximidad a la elección en el tiempo tal que haya muy poco margen para que los electores cambien su preferencia. d. Definir el universo real de votantes, lo que implica hacerse cargo de los proble- mas que conlleva la introducción del voto voluntario, aspecto que tratamos más in extenso en los párrafos siguientes. Entre 1988 y 2010 la norma electoral en Chile consideró la inscripción volunta- ria en los registros electorales, pero la participación obligatoria para todos los inscri- tos, lo que definió un padrón electoral relativamente estático frente al crecimiento de la población. Recién en la elección municipal de 2012 se inauguró el nuevo sistema de ins- cripción automática y voto voluntario. Muchos partidarios de este nuevo sistema eleccionario, creyeron que aumentaría la participación electoral debido al sustancial incremento que se produjo en el padrón electoral, el cual pasó de 8.5 millones de electores a más de 13.3 millones de personas inscritas. Sin embargo, la participación electoral con esta nueva modalidad fue la más baja desde 1988, descendiendo un 17% respecto de las elecciones municipales del 2008. Las encuestas electorales que se hacían antes de 2012 utilizaban como filtro para construir su marco muestral, preguntas que determinaran si la persona estaba inscri- ta en los registros electorales, ya que al estarlo, se obligaba a votar, aunque no fuera más que para evitar una multa. En la elección del año 2012, la mayoría de las encuestas erraron sus predicciones, principalmente porque no contaban con un sistema eficaz para determinar quiénes, entre quienes contestaban la encuesta, votarían realmente, con el consiguiente efec- to en el carácter inferencial de los resultados. Ante el cambio del sistema electoral, el mecanismo que comenzó a utilizarse en las encuestas electorales chilenas fue la auto-declaración de la intención de votar,

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