Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
190 – Opinión pública contemporánea encuestas”, en términos de solvencia técnica y seriedad en su ejecución, hemos pre- senciado un claro retroceso desde los inicios hasta la etapa actual, tal como se analiza en la sección siguiente. La calidad de las encuestas. En primer lugar, conviene precisar que los procedimientos científicos-metodológi- cos que sustentan a la técnica de encuestas por muestreo –principalmente el método probabilístico- han sido codificados y fundamentados racionalmente en el mundo científicamente desarrollado, sus estándares de calidad son precisos y claros y se han desarrollado durante décadas de acumulación teórica e investigación básica y apli- cada, por lo que ha llegado a ser una disciplina con cánones definidos que permiten maximizar la precisión de la estimación. La aplicación de estos estándares busca proteger a los demandantes y consumi- dores de estos estudios, al fijar ciertos cánones que establecen criterios de auto-regu- lación destinados a preservar los niveles de calidad de los productos y la confianza depositada por los clientes y la ciudadanía. Actualmente en Chile se ha venido produciendo una avalancha de encuestas, cuyo propósito es conocer las opiniones, juicios y percepciones en diferentes ámbi- tos de la vida ciudadana: política, consumo, mercado, cultura, satisfacción usuaria, etc. No obstante, hemos acotado nuestro análisis a los sondeos de opinión en el ámbito político electoral –un candidato presidencial del año 2005 habló de “festival de encuestas”- en particular la evaluación de la metodología que se aplica por parte de los organismos ejecutores de este tipo de sondeos. Tal como viene ocurriendo desde hace años, las encuestas políticas tienen un rol protagónico y sus resultados son ampliamente difundidos, acaparando comenta- rios, crónicas, titulares y sobre todo reacciones de los principales actores políticos. A nuestro juicio, este protagonismo de las encuestas no siempre es merecido y lo que es peor, casi siempre refuerza el desprestigio de muchos de estos sondeos, sobre todo si hacemos referencia a las encuestas que tienen pretensiones predictivas en materia electoral. La experiencia internacional reciente ha contribuido a incrementar las dudas en torno al valor y el rol de estas encuestas electorales. En varios países se efectuaron elecciones o referendos en los últimos dos años, cuyos resultados fueron exactamen- te inversos a los que predecían casi todas las encuestas. El año 2016 nos proporciona dos ejemplos ampliamente difundidos y comentados a este respecto: (1) el caso del plebiscito en torno a los acuerdos entre el gobierno del Presidente Santos y las FARC en Colombia, en que las encuestas anticipaban un amplio triunfo del SI, resultando ganador el NO; (2) las encuestas predecían, sin lugar a dudas, el triunfo del NO al retiro de Gran Bretaña de la Unión Europea, resultando, en cambio, ganador el SÍ.
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