Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
188 – Opinión pública contemporánea puede haber “opinión pública como racionalidad” que es el sentido que le atribuye Habermas (2004) al concepto. Por otro lado, en la medida en que es el temor –y no el consenso mayoritario- el que dirige lo que se dice y lo que se opina, tampoco existía una “opinión pública como mayoría silenciosa” que es el significado que le da Noelle-Neumann (1995) al concepto. En el contexto descrito, las condiciones para realizar este tipo de estudios du- rante el período de la dictadura distaban de ser fáciles. Dado la situación de “emer- gencia política” y el control impuesto a la información que se difundía, era necesario cumplir con dos requisitos centrales para realizar un estudio de opinión. La primera condición consistía en enviar, de forma previa a la realización del levantamiento o trabajo de campo, el cuestionario respectivo a la Dirección Nacional de Comunica- ciones (DINACOS) dependiente del Ministerio Secretaría General de Gobierno, para que autorizara (total o parcialmente) o rechazara el respectivo cuestionario. Este proceso era de duración indefinida, prolongándose en ocasiones hasta un mes, lo que obviamente hacía inviable la medición del estado de la opinión pública sobre temas políticos, sociales o culturales de la coyuntura. En caso que el cuestionario se aprobara parcial o totalmente, situación esta última de ocurrencia excepcional, se debía hacer llegar al Ministerio de Defensa el listado y la respectiva credencial con fotografía de los encuestadores, condición que por cierto generaba temor y suspi- cacia entre los encuestadores. Aun cumpliendo estos requisitos, había ocasiones en que peligraba la integridad física de los encargados de las encuestas, al ser persegui- dos en la calle por los organismos represores del régimen. Estas restricciones determinaron que el resurgimiento de la “industria de las en- cuestas” se centrara, al menos durante los primeros 9 años de la dictadura, exclusiva- mente en los estudios de mercado. No obstante, y desafiando las restricciones descritas, en 1983 comienzan a efec- tuarse, por parte de la consultora privada Diagnos , las primeras encuestas de opinión política por encargo principalmente de medios de comunicación (radios y revistas) opositores al régimen y que las publicaban paradojalmente sin problemas de censura. El plebiscito de sucesión presidencial y la transición a la democracia (1988-2000) Con la cercanía del plebiscito de sucesión presidencial y, habiendo decidido la opo- sición al régimen que el plebiscito constituía su mejor oportunidad para poner fin a la dictadura, se reactivan fuertemente los estudios de opinión política, al sumarse a dicha actividad un conjunto de ONG’s opositoras que contaban con financiamien- to de la cooperación internacional. Esta reactivación es además facilitada por el fin del estado de sitio, decretado a fines de 1985.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=