Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
Medios de comunicación y opinión pública - 187 ron las realizadas por la Universidad de Chile; en cambio, para la elección de 1970, se publican –no podemos dar fe de que efectivamente se hayan realizado- variadas encuestas ligadas a las candidaturas de la derecha y demócrata cristiana, más bien con una finalidad puramente propagandística. Es notable que todas las “encuestas” publicadas por las campañas de esas candidaturas coincidían en otorgarle el segundo lugar a Allende, mientras que diferían radicalmente en el ganador y en el tercer lu- gar. Está claro que lo único que se pretendía con la publicación de estas “encuestas” era atemorizar a los votantes de derecha y demócrata cristianos con la posibilidad del triunfo de Allende, lo que finalmente ocurrió y fue correctamente predicho por la encuesta de la Universidad de Chile. A diferencia de estas encuestas fantasma, cuya única finalidad era la propaganda electoral, el resultado de la encuesta presidencial de la Universidad de Chile normalmente se guardaba en una notaría hasta que se conocían los resultados de la elección, justamente para evitar cualquier influencia en ella. A vía de anécdota, consignemos que todas las organizaciones que figuraban como las ejecutoras de las encuestas utilizadas en las campañas de los candidatos derrotados, desaparecieron después de la elección. El período de la Unidad Popular (1971-1973) Transcurrido el primer año del gobierno de Allende y de la Unidad Popular, se creó en 1971 el Centro Nacional de Opinión Pública (CENOP), con el objeto de realizar estudios de opinión y análisis de coyuntura política para el Gobierno. Estos estudios tenían un carácter reservado y, por lo tanto, no se difundían. Tampoco se efectuaban otras encuestas políticas, ni mucho menos, estudios de mercado. El período que va desde que se inician los estudios de opinión en Chile (1957) hasta el golpe militar de 1973 se caracteriza por la creciente importancia de los par- tidos políticos que movilizan a los sectores populares y medios, por el liderazgo de la URSS y la fascinación por la Revolución Cubana en muchos de esos sectores sociales, y, en consecuencia, por una aguda polarización que se traslada a los medios masivos de comunicación, la mayoría de los cuales se identificaban claramente con alguna de esas posiciones político ideológicas. Esto permitió el surgimiento de una opinión pública crítica, que hacía un uso efectivo de la razón y el debate, dando lu- gar así a una ciudadanía políticamente muy activa (Bonnefoy & Rivas, 2004). El período de la dictadura militar (1974-1987) Obviamente, el golpe militar modifica radicalmente este contexto, ya que la repre- sión y la supresión de las libertades públicas implicaron la desaparición de cualquier atisbo de opinión pública: si no se permite el debate ni la confrontación de ideas, no
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