Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
Violencia contra las mujeres - 165 Violencia en el noviazgo La violencia en el noviazgo, al igual que la violencia doméstica contra las mujeres, es la violencia que se sitúa dentro de relaciones amorosas pero, en este caso, alude principalmente a las relaciones que se establecen entre jóvenes y adolescentes. En un principio de la relación, este tipo de violencia puede ser ejercida tanto por hombres como mujeres, ya que en esta etapa de la vida existe una cierta igualdad de condi- ciones entre los y las jóvenes. Es decir, los malos tratos y hábitos nocivos pueden ser ejercidos por cualquier integrante de la pareja. Sin embargo, las cifras de violencia contra las mujeres a nivel mundial muestran que a medida que la relación avanza o que las condiciones cambian, las mujeres se convierten en las principales víctimas y los hombres son los principales perpetradores de violencia. Esta cierta igualdad de condiciones que hacen que en el noviazgo pueda existir violencia cruzada o ejercida por cualquier integrante de una relación, es explicada por el sociólogo francés Michel Bozon (2002), quién señala que durante la adoles- cencia, las personas de ambos sexos se encuentran bajo la dependencia material de las grandes instancias de socializacion, que son la familia y la escuela, situación que se prolonga, en general, bastante más allá de la mayoría de edad civil. Es decir, si bien cada persona tiene sus propias vivencias y experiencias, las características generales que rodean el desarrollo de los y las jóvenes, en cuanto su dependencia económica, social y emocional, serían similares. En relación a las cifras de violencia en el noviazgo, un estudio realizado en Mé- xico señala que el 76% de los mexicanos de entre 15 y 24 años con relaciones de pareja ha sufrido agresiones psicológicas y un 15% ha sido víctima de violencia física (Instituto Mexicano de la Juventud, 2008). La mayoría de estas agresiones son per- petradas por hombres hacia sus parejas mujeres. En el caso de Chile, un sondeo rea- lizado por el Instituto Nacional de la Juventud (INJUV, 2013) señala que en parejas entre 15 y 19 años un 10,7% ha experimentado violencia psicológica y 4,6% violencia física. Dichas cifras podrían estar mostrando solo una parte del problema, ya que como se ha planteado, las primeras manifestaciones de violencia aparecen como fe- nómenos normalizados y muchas veces no son reconocidas como tales. Estas cifras se duplican en relaciones de parejas más adultas, es decir, la tendencia muestra que la violencia va en aumento a medida que las personas son mayores. Con esto, se puede concluir que, si una relación entre jóvenes o adolescentes está inserta en una dinámi- ca de violencia, es muy probable que la situación empeore a medida que la relación avance o que aparezcan elementos que rompan el estatus de base de condiciones similares, como por ejemplo, un embarazo. En este escenario, donde encontramos a jóvenes ejerciendo las primeras mani- festaciones de violencia, el control y la manipulación son las principales herramien-
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