Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
146 – Opinión pública contemporánea ver con claridad en distintos hechos, como por ejemplo, en las marchas o llamados tanto de los actores sociales como civiles a no votar por proyectos que atenten con- tra la naturaleza del país, como fue el caso de la hidroeléctrica de Hidroaysén, o por el contrario, de apoyar el proyecto de ley de las tres causales del aborto que propuso el gobierno. Ambos proyectos tuvieron y tienen, respectivamente, un gran apoyo en las redes sociales digitales donde han encontrado una herramienta para difundir y publicar sus comentarios y opiniones defendiendo sus posiciones con gran acep- tación en la ciudadanía. Es más, el proyecto de las tres causales del aborto, después de un gran debate tanto en la cámara baja y alta del Congreso, finalmente aprobó legislar la idea en una comisión mixta del Senado. Pero si la participación de los actores sociales ha cambiado es porque no sólo ha encontrado un nicho a través de la democracia directa en las redes digitales, sino que también gracias a la democracia y la participación electrónica, las que emanan del concepto de gobierno electrónico. La participación electrónica “(…) implica una ampliación y transformación de los procesos al interior del sistema político para dar paso a una participación a través de las nuevas tecnologías” (Araya, Barría & González- Bustamante, 2016, p. 19). Esto es exactamente lo que se puede ver a través de las redes sociales digitales, especialmente Twitter, entre los actores sociales y los actores políticos, ya que ocupan el espacio virtual para hacer campañas sociales por distintas causas, organizan marchas y protestas y dan sus opiniones sobre diversos temas de la contingencia tanto nacional e internacional las que muchas veces son protagonistas de noticias y generadoras de debates y discusión. De esta forma, para los ciudadanos el costo de adquirir información y contenidos políticos bajan sustancialmente (Ara- ya, Barría & González-Bustamante, 2016). Así como se encuentra la participación electrónica también existe el e-empowe- ring , el que define “que los ciudadanos pueden aportar ideas en una perspectiva abajo- arriba, involucrándose en el proceso de producción de políticas públicas y la toma de decisiones políticas” (Araya, Barría &González-Bustamante, 2016, p. 7), que es justa- mente lo que este capítulo busca examinar como fenómeno presente en Chile. Cabe destacar que el e-empowering es uno de los grados que tiene el enfoque de participa- ción electrónica impulsado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Por último, dentro de las diferentes formas de participación que han contribui- do a que la sociedad civil se exprese de maneras diferentes y más directas se encuen- tra también el concepto accountability social, desarrollado por Enrique Peruzzotti, propuesto como un recurso que protege o defiende la mejora de la democracia. Por accountability social se entiende un: “(…) conjunto de actores e iniciativas [que] incluyen distintas acciones orientadas [a]
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