Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
Twitter y opinión pública - 145 temporáneo ha concebido ciudadanos más críticos y ha ayudado a desarrollar a que se creen nuevas formas de participación, se podría decir entonces que sin querer ha fortalecido los mecanismos de la democracia directa (MDD) en el país. La demo- cracia directa se entiende como la “(…) finalidad [de] hacer que los ciudadanos par- ticipen colectiva y directamente en el procedimiento de toma de dcisión, más que elegir a sus representantes, para tomar sus propias decisiones ” (Payne et al., 2012 citado en Altman, 2005, p. 204). Esta es la definición que asume este capítulo sobre democra- cia directa y la que desea examinar a través de la incidencia de los actores sociales en las políticas públicas que ejecutan los actores políticos. Dentro de las cualidades y virtudes de los mecanismos de la democracia directa, según sus adherentes, se encuentra el hecho de que los ciudadanos se sienten más comprometidos con el sistema democrático. Esto es así porque “todos los asuntos pueden ser contemplados y, por tanto, se puede evitar el filtro de organizaciones inter- mediarias” ( Altman , ,2005), lo que significaría que los actores sociales se sientan realmente protagonistas e involucrados en la toma de decisiones. Es más, según The Economist , esto es un gran avance ya que “más democracia directa puede ser un an- tídoto a más lobistas” (The Economist, 1995 citado en Altman, 2005, p. 208). Del mismo modo, otra de las ventajas de los mecanismos de democracia directa es que contribuirían a que las decisiones y medidas se hagan de manera pública; a que el interés popular se manifieste mejor, como señalan Butler y Ranney, ya que “(…) la voluntad popular es la suma de las voluntades individuales de los ciudadanos; cuando la voluntad se expresa directamente, sin mediación de ningún tipo, está limitada a la expresión exacta” (Butler y Ranney, 1978 citados en Altman, 2005, p. 208); a que la colaboración pública de los ciudadanos ataque la indiferencia y la enajenación; y, por último, generarían más participación en los mecanismos, ya que son entendidos como instrumentos educativos, lo que hace que las personas se sientan más respon- sables cívicamente (Altman, 2005, p. 208). Los mecanismos de la democracia directa que exhortan una mayor presencia de los actores sociales son vistos como un tipo de remedio o cura para la desafección que sufre la gran mayoría de las democracias, como es el caso de Chile en la actua- lidad (Altman, 2005). Desafección que quedó manifiesta en la última elección de alcaldes y concejales, el pasado 23 de octubre de 2016, donde de 14.121.316 ciudada- nos en calidad de sufragar sólo lo hizo el 34,88% alcanzando así el nivel más alto de abstención conocido desde 1989 con un 66,6% (Servel, 2017). Lo anterior deja entrever una vez más que los actores sociales se están involu- crando a través de mecanismos y herramientas no tradicionales, como se ha dicho anteriormente. Según Altman, esto es así porque “(…) en un contexto democrático, los MDD originados desde abajo se pueden utilizar para amenazar al gobierno y forzar, en última instancia, a un cambio del statu quo” (Altman, 2005, p. 210). Esto se puede
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=