Opinión pública contemporánea: otras posibilidades de comprensión e investigación
Internet, uso de redes sociales digitales y participación en el Cono Sur - 115 El capítulo se compone de cuatro apartados además de esta introducción. A continuación, se ofrece un breve recorrido teórico sobre política, Internet y protesta social, con especial énfasis en los distintos enfoques sobre las potencialidades de los avances tecnológicos y los repertorios de contención digital. El segundo apartado es metodológico y describe los datos usados en esta investigación, además de los tipos de análisis y técnicas. Posteriormente, en la tercera sección, se presentan los resulta- dos en tres partes: (a) presentación de datos sobre penetración de Internet y redes sociales digitales; (b) análisis descriptivo sobre el consumo de información política; y (c) análisis sobre las dimensiones de participación, consumo de información polí- tica y uso de redes sociales digitales. Por último, en el apartado final, se ofrecen unas breves conclusiones y reflexiones finales considerando la evidencia presentada. Política, Internet y redes sociales digitales Ciberoptimismo y ciberpesimismo El avance de las TIC ha impulsado una serie de transformaciones sociales que han cambiado la forma en que las personas consumen información y se expresan. Ade- más, ha implicado un debate entre posturas sobre el fenómeno. Efectivamente, du- rante la última década se ha escrito bastante sobre el impacto de Internet y las redes sociales digitales en la democracia y, particularmente, en la participación ciudadana (Ortiz-Ayala & Orozco, 2015). En el marco de este debate se puede distinguir, en primer lugar, un ciberoptimismo impulsado por quienes señalan que la disminución de los costos de información y los cambios en los flujos tradicionales han acortado las brechas que existen entre gobernantes y gobernados, lo que en cierta medida implica una intermediación más directa en el sistema político (Barreda, 2008; Gon- zález-Bustamante, 2014; Rheingold, 2000). Frente a este optimismo se encuentra el ciberpesimismo . Esta postura implica un mayor escepticismo asociado a la idea de que las TIC generan un desplazamiento de ciertos procesos de socialización importantes para la generación de compromiso cívico y la participación (González-Bustamante &Henríquez, 2013; Nie, 2001). Au- tores como Ludes (2008) y Shapiro (1999) han señalado que Internet efectivamente ha promovido una especie de individualismo que puede impulsar cierta fragmen- tación social, volviendo compleja la generación de compromiso y la participación presencial ( offline ). Más allá del ciberoptimismo y ciberpesimismo 3 , el impacto de las TIC es tangible y real. Autores como Iyengar y McGrady (2007) o Manin (1998) han destacado el rol 3 Joyce (2010) identifica una tercera postura: persistent . Este enfoque tiene cierta neutralidad respecto a la tecnología, pues se basa en la creencia de que los avances tecnológicos no son capaces de cam- biar –ni para bien, ni para mal– las estructuras de poder que existen actualmente.
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