Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe

57 globales y reduccionistas, por paradójico que esto parezca. Apunta a conocer lo concreto del problema, para que al momento de enlazar causas en un análisis sistémico se tengan en cuenta variables como más fidedignas con la realidad, promoviendo así una visión global contrastada en un contexto mucho más preciso al momento de analizarse. CADENAS URBANAS DE VALOR ¿EL MOTOR DE UNA UTOPÍA? En un primer momento, decidí no desarrollar el concepto de cadena urbana de valor más allá de la visión política-económica anteriormente explicada. Sin embargo, las recientes repercusión entorno al ambiente y el intercambio con investigadores de la cuestión, llevaron el concepto más allá. El pasado 9 de Abril, la noticia de la “reaparición” del Himalaya por primera vez después de la Segunda Guerra Mundial inundó los medios de comunicación, dando inicio a una tendencia de noticias “ver- des” que se fue acentuando con el correr de los días: la presencia de peces y el agua transparente en Venecia, la reducción del agujero de ozono o el avistamiento de especies presuntamente extintas. Sin embargo, esto sería solo la punta del iceberg. En Mayo, distintos expertos comenzaron a plantear un nuevo enfoque frente a la crisis económica actual, asociando la recuperación crisis con un impulso a los sectores verdes, un concepto que más tarde se conocería como “Green recovery”. No quedan dudas de que entre los tantos efectos “nueva realidad”, uno de ellos es el fortalecimiento de aquellas posturas más radicales frente a la cuestión ambiental, enmarcadas en lo que la teoría conoce como “Economía ecológica”. Pero, ¿Qué es la economía ecológica? ¿Cuál es la diferencia con la economía “convencional”? “La economía convencional analiza sobre todo los precios y tiene una concepción metafísica de la realidad económica que funcionaria como un perpetuum mobile lubricado por el dinero. Las empresas venden bienes y servicios, y con esto remuneran los factores de producción” (ALIER y JUSMET, p.13) La economía ecológica ve al planeta Tierra como un sistema abierto a la entrada de energía solar. La economía necesita entradas de energía y materiales, y produce dos tipos de residuos: el calor disipado o energía degradada, y los residuos materiales, que mediante el reciclaje pueden volver a ser parcial- mente utilizados. Parte del reciclaje se da en el mercado (papel, cartón, etc), y otra parte más volumi- nosa se recicla naturalmente, sin intervención humana. Por ejemplo el CO2 absorbido por las plantas. En definitiva, la naturaleza juega el doble papel de suministradora de recursos y receptora de residuos (ALIER y JUSMET, p.13) La economía ecológica contabiliza los flujos de energía y los ciclos de materiales en la economía huma- na, analiza las discrepancias entre el tiempo económico y el tiempo biogeoquímico y estudia también la coevolución de las especies con los seres humanos. El objeto básico de estudio es la sustentabilidad ecológica de la economía, sin recurrir a un solo tipo de valor expresado en un único numerario (ALIER y JUSMET, p.14) En este sentido ¿Qué es lo que puede incluir las cadenas urbanas de valor a la cuestión? Dado que este enfoque tiene en cuenta las vinculaciones entre empresas, puede también no solo brindar una óptica económica convencional. Sino también en términos de economía ecológica, identificando circui- tos cerrados perjudiciales para el correcto dinamismo ambiental, faltantes en algunos eslabones post consumo, la vinculación de las empresas en su contexto para evaluar políticas que no comprometan el estado ambiental y además permite identificar con gran facilidad sobrepoblamiento de estas empresas en determinadas zonas geográficas. Por ejemplo, si quisiéramos analizar el circuito del pan en contraste con la economía ecológica en

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