Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe
30 sí concluye que la AOD se concentra en los países con menores niveles de ingreso per cápita, si bien su nivel de significación se ve reducido al incorporarse al análisis variables de control (reservas totales per cápita, distancia entre donante y receptor, poder de compra doméstico real per dólar). Por su parte, en lo que refiere a la relación entre AOD y mortalidad infantil en el país receptor, la mis- ma es positiva y significativa en los estudios realizados por Trumbull y Wall (1994), Berthélemy y Tichit (2002) y Younas (2008), lo cual lleva a los autores a aventurar que dichos donantes se preocupan en mayor medida por dimensiones no monetarias de la pobreza. Sin embargo, Wall (1995) no encuentra correlación entre ambas variables. A diferencia de los estudios anteriores, que se centran en la ayuda provista por los donantes miembros del CAD, Dreher et al. (2010) analizan las diferencias en los patrones de asignación de AOD bilateral por parte de donantes pertenecientes al CAD y los “nuevos donantes”, quienes no forman parte de dicha organización. Esta distinción aparece como relevante en tanto, según los autores, más de trein- ta donantes estarían operando fuera del marco del CAD, tornándose su participación crecientemente importante en el escenario de la cooperación internacional. Los principales hallazgos de dicho estudio plantean que los nuevos donantes: i) se focalizan en mayor medida que los tradicionales en destinar ayuda a países relativamente más cercanos, ii) tienen una consideración menor de las necesidades de los receptores, iii) presentan un sesgo relativamente menor hacia países con bajos niveles de gobernan- za, iv) responden a la ocurrencia de desastres, v) destinan montos menores de AOD, y vi) no persiguen intereses comerciales. Asimismo, este estudio concluye que el INB per cápita no juega un rol relevante en la asignación de AOD para los nuevos donantes, mientras que los donantes tradicionales favorecen en mayor medida a los países más pobres. Es oportuno señalar que la bibliografía anteriormente reseñada se centra exclusivamente en la ayuda al desarrollo provista directamente por los países (bilateral), existiendo un desarrollo mucho menor de la literatura relativa a la explicación de la ayuda multilateral, esto es, los flujos que los gobiernos trans- fieren a las organizaciones multilaterales con mandato de desarrollo. Sin embargo, es importante con- siderar este aspecto dado que la AOD multilateral asciende casi al 50% de la AOD total, según datos de 2016 (OECD, 2017). Esto incluye tanto las contribuciones realizadas a las organizaciones multilaterales per se (AOD multilateral en términos estrictos), como aquellas realizadas con un propósito específico u orientadas a un país o región determinados (también conocida como AOD bi-multi). Sin embargo, cuando el donante decide a discreción la disposición de los fondos, la AOD es computada como bilate- ral. Por lo tanto, si se considera la AOD multilateral en términos estrictos, ésta asciende a alrededor del 25% de la AOD total (Gulrajani, 2016). Actualmente existen más de doscientas organizaciones y fondos que participan en el sistema multilateral de cooperación (OECD, 2011), de las cuales treinta y siete re- portan al CAD. En términos de los motivos por los que los donantes eligen el sistema multilateral para canalizar parte de la AOD, se encuentran: su legitimidad política para abordar asuntos globales, su base técnica re- lativamente más sólida que la de los donantes bilaterales individuales y la posibilidad de aprovechar economías de escala (OECD, 2011). Asimismo, los canales de ayuda multilateral aparecen como menos politizados, más orientados a la demanda, más selectivos en términos de criterios de pobreza y más eficientes para entregar bienes públicos globales. Por el contrario, los canales bilaterales están más po- litizados, son más selectivos en términos de criterios de gobernanza, tienen costos de administración relativamente inferiores y están mucho más fragmentados. En ese sentido, se plantea que la decisión de los donantes de canalizar AOD por canales multilaterales o bilaterales depende en gran medida de sus motivaciones para brindar ayuda (Gulrajani, 2016). En la misma línea, Neumayer (2003) concluye que las necesidades de los receptores tenderían a tener una importancia relativa mayor a nivel de AOD multilateral provista, mientras que los intereses de los do-
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