Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe

297 renciados que se suscitan entre hombres y mujeres (inclusive dentro de ellas mismas), y se ha abierto camino enfrentado desafíos académicos, como la propia creación androcéntrica del conocimiento. INSERCIÓN DEL GÉNERO AL ESTUDIO DE LOS PROCESOS MIGRATORIOS Cuando se habla del “proceso migratorio”, se abarcan principalmente cuatro fases: la partida del lugar de origen, el traslado a un nuevo sitio, la llegada e inserción a la nueva casa y el retorno. En cada una de estas, las perspectivas para varones y mujeres son distintas. Para este análisis es necesario recurrir a la interseccionalidad, a manera que se vislumbren las opresiones diferenciadas entre ambos sexos y cómo estas pueden moldear el camino de los y las migrantes. La etapa de partida del lugar de origen está relacionada con la toma de decisiones2 que conllevan a las personas a migrar, estas “elecciones” están permeadas por los roles y la socialización del género, como describe Ariza (2000) “la movilidad masculina abarca un rango más amplio de lugares, mayores distancias y transcurre a través de un trecho más largo del ciclo de vida, siendo a su vez con más fre- cuencia de carácter independiente. [...], la subordinación y/o dependencia de las mujeres del mundo familiar también forma parte de los aspectos que organizan su movilidad territorial”. Aunado a esto, la “decisión” de migrar está determinada por las expectativas puestas sobre cada sexo, mientras que las mujeres al ser jefas de familia y/o madres solteras migran para obtener mejores ingresos y cumplir un rol que “no es natural de ellas” (el de proveedoras), en los varones este papel es obligatorio, por lo que, sino, pueden proveer de forma eficiente a su familia serán juzgados por esta y su comunidad de origen3 (Rulfo & Hagerman, 2008). En la etapa de traslado pueden observarse dos vertientes, por la vía legal y la ilegal. En la primera exis- ten los medios y solvencia económica por parte del migrante o su familia para poder costear un viaje de manera segura, que puede incluir desde obtener papeles migratorios para ingresar a un país hasta el medio de transporte, recursos que sin duda influyen en la etapa siguiente: la inserción al país de llega- da. Por otro lado, en la vía ilegal, los y las migrantes deben recurrir a medios clandestinos para ingresar a un nuevo sitio, lo que implica riesgos en el camino, estos pueden ser asaltos, ser cooptados por redes de tráfico de personas, e inclusive la muerte. Aunque los riesgos a los que son expuestos las personas en movimientos fronterizos son graves, pueden resultar diferentes entre los sexos (Instituto Nacional de las Mujeres, 2005, p. 7), es probable que las mujeres se encuentren más proclives a ser cooptadas por redes de tráfico sexual o quedar atrapadas como esclavas domésticas, mientras que los varones pueden ser forzados a formar parte de organizaciones de crimen organizado y narcotráfico. En la fase de llegada e inserción al país de origen, para los migrantes ilegales tiene un gran peso el recurrir a redes de contactos, generalmente constituidas por personas con el mismo lugar de origen o familiares, quienes les ayudan a conseguir un lugar seguro donde hospedarse y a conseguir empleos. Al momento de entrar al campo laboral, hombres y mujeres enfrentan diversas dificultades, encontrarse ante un lugar en el cual quizá no hablan su lengua materna (más difícil para aquellos migrantes indí- genas que hablan solo una lengua nativa), con una cultura distinta, en una posición socioeconómica desfavorable y afrontando la segmentación laboral. Así, debido a la división sexual del trabajo, varones migrantes ilegales se ven orillados a aceptar trabajos generalmente relacionados con la construcción, que ante su condición de ilegalidad no gozan de prestaciones básicas, incluyendo atención médica ante los riesgos que implica el trabajo de este tipo. Mientras que las mujeres regularmente se dedican al área de la limpieza y cuidados, así como a labores domésticas, expuestas a agresiones de toda índole 2 En términos de migración y movimientos de grupos poblacionales es muy complejo decir que se toman decisiones autónomas, debido a que son muchas las aristas que convergen y que orillan a las personas a dejar su lugar de origen. En los casos más afortu- nados, quienes migran lo hacen porque tienen la posibilidad y deseos de ampliar su conocimiento del mundo, en el peor escenario, se vuelve imperante huir por guerras, violencia o enfermedades. 3 Este comportamiento se observa de manera clara en el documental Los que se quedan, dirigido por J. Rulfo y C. Hagerman.

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