Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe

286 A pesar de todo el esfuerzo, es un hecho que detener los cruces ilegales han sido un fracaso, por no arrogarse el efecto de disuadir que esperaban, pues cientos de miles indocumentados siguen cruzando cada año su frontera. De esta forma ha generado una dinámica de impactos negativos en la interacción económica y social de las co- munidades fronterizas y en el ambiente político de la relación bilateral. En la frontera Sur de México se extiende a lo largo de 1,149 km, de los cuales 956 corresponden a la línea fronteriza con Guatemala y 193 con Belice. Los estados limítrofes del sur y sureste de México son Chiapas, Tabasco, Campeche y Quintana Roo que compren - den a los 23 municipios fronterizos; correspondientes a Chiapas, dos a Campeche y dos a Tabasco, todos ellos colindantes con Guatemala; y un municipio en Quintana Roo que hace la frontera con Belice. 8 La población de los estados fronterizos representa el 7.57% del total de la República y su tasa media de crecimiento poblacional es de 3.17%, muy por encima de la media nacional. De acuerdo con el Informe sobre desarrollo humano sobre México, publicado en 2002, los estados fronterizos ocupan las siguientes posiciones nacionalmente en lo que se refiere al Indice de Pobreza Humana: Chiapas ocupa el 31; Tabasco, el 28; Campeche, el 22 y Quintana Roo, el 1. De acuerdo con el Consejo Nacional de Población (CONAPO), Chiapas es el estado de la república con mayor marginación, Campeche es el octavo, Tabasco el noveno y Quintana Roo el Vigésimo, lo que significa que la pobreza es uno de los factores que prevalecen en la frontera sur de México 9 . La frontera sur a pesar de su po- rosidad y complejidad natural, vive en los albores del nuevo milenio una trasformación por la reincorporación de refugiados y migrantes por procesos sociales lo que infiere que la presión migratoria en la región es mayor en las últimas décadas. Hecho que demuestra que los estados fronterizos del sur presentan altos y crecientes índices de emigración a Estados Unidos. Simultáneamente, la inmigración y la transmigración principalmente de centroa- mericanos que buscan mejores condiciones de vida y la posibilidad de conseguir trabajo en Estados Unidos, cre - ció vertiginosamente. El fenómeno migratorio que se suscita en la frontera sur de México fue rediseñado a partir de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos. Sin embrago, a pesar de que estos hechos influyeran en la redefinición de la estrategia de seguridad nacional en México, la aseveración es tan exacta. La decisión de aumentar la vigilancia en la frontera sur tuvo como consecuencia inmediata un mayor control para impulsar los hechos ilícitos y frenar los ilícitos, tanto en materia migratoria como de seguridad. Sin embargo, conforme pasó el tiempo la situación en la frontera se transformó y el gobierno debió de cambiar su estrategia, tanto nacional como de cooperación internacional. Dado al incremento de los flujos de centroamericanos y de otras nacionalidades que ingresan en México con el fin de llegar a Estados Unidos, así como el incremento en las redes de tráfico de personas, el gobierno federal se dio a la tarea de estructurar una política integral para avasa - llar estos problemas. Sin embargo, si bien la pobreza se conjuga en el carácter irregular del fenómeno migratorio de los países periféricos, éste es posible, en tanto se revela como un fenómeno intrínseco a las grandes tendencias globales, que se visibiliza como una pieza clave para solucionar los problemas de eficiencia y competitividad que enfrentan las economías desarrolladas, particularmente la estadounidense. MIGRACIÓN INDÍGENA FEMENINA PANAMEÑA Según datos de la CEPAL (2014) en base a los últimos Censos de los países de América Latina y el Ca- ribe, de una manera general, la población no indígena migra más que la indígena a lo interno del país. El dato relevante para el caso que nos ocupa es que Panamá es prácticamente el único país (junto con Uruguay) donde la tasa de la migración interna indígena supera a la migración no indígena, ubicando al 8 Del estado de Chiapas los municipios fronterizos son: Suchiate, Frontera Hidalgo, Metapa, Tuxtla Chico, Unión Juárez, Cacahoa- tán, Tapachula, Mazapa de Madero, Ametango de la Frontera, Frontera de Comalapa, La Trinitaria, Las Margaritas, Maravilla Tene- japa, Marqués de Comillas, Benemérito de las Américas, Ocosingo y Palenque. Del estado de Tabasco: Tenostique y Balacán. Del estado de Campeche: Candelaria y Calakmul, y del estado de Quintana Roo: Othón P. Blanco, INEGI, Extensión territorial, http:// mapserver.inegi.gob.mx/geografia/espanol/datosgeogra/extterri/frontera.cfm?c=154 , INEGI, Mapa Digital México, http://gali- leo.inegi.gob.mx/website/mexico/viewer.htm?pagant=1 , J. Jacobo Dardón (coord.), Judith Gómez M., Juan Luis Velásquez C., Silvia Irene Palma C., Carlos Martínez A., La frontera de Guatemala con México: Aporte para su caracterización, FLASCO, Sede Académica Guatemala, 2002, p. 49.   9 Andrés Fábregas Puig, “Vivir en la frontera Sur de México”, en Philippe Bovin (coord.), Las fronteras del Istmo. Fronteras y so- ciedades entre el sur de México y América Central, México, Centro Frances de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1997, pp. 343-345.

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