Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe
24 INTRODUCCIÓN El objetivo del presente artículo es abordar el fenómeno de la graduación de la Ayuda Oficial al Desa- rrollo (AOD), en particular en los países de América Latina, en el marco de la problematización del con- cepto de desarrollo y su medición. Se comienza con la presentación de los conceptos de Cooperación Internacional para el Desarrollo (CID) y de AOD como una de sus manifestaciones principales, conside- rando asimismo su evolución desde mediados del siglo XX. A continuación, se sintetiza la literatura más relevante en relación a los factores que explican la asignación de AOD, para luego abordar la cuestión del ingreso per cápita como criterio formal exclusivo para su provisión. Luego se aborda la cuestión de la multidimensionalidad del proceso de desarrollo y las connotaciones asociadas a la graduación como un fenómeno paradojal, para concluir con algunas reflexiones sobre la necesidad de avanzar hacia esquemas de AOD que trasciendan la renta per cápita e incorporen una visión multidimensional del desarrollo. LOS CONCEPTOS DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO Y AYUDA OFICIAL AL DESARROLLO Y SU EVOLUCIÓN Desde la perspectiva de las Relaciones Internacionales, la Cooperación Internacional puede ser defi- nida como “toda relación entre actores internacionales orientada a la mutua satisfacción de intereses o demandas, mediante la utilización complementaria de sus respectivos poderes en el desarrollo de actuaciones coordinadas y/o solidarias” (Calduch, 1991, p. 88). En ese marco, Ayllón (2007) plantea que son múltiples las categorías de relaciones de Cooperación Internacional que pueden darse, entre otras la política, económica y técnica, siendo una modalidad par- ticular la CID. Si bien en la actualidad no existe una definición consensuada al respecto, la Agencia Uru- guaya de Cooperación Internacional (AUCI, 2016a) plantea que la CID suele referir a las transferencias de recursos financieros o en especie, de carácter concesional o no reembolsable, destinadas a apoyar los esfuerzos de los países en desarrollo para alcanzar el bienestar de sus pueblos. Dichas transferencias pueden provenir de un país desarrollado, de otro país en desarrollo o de ambos actuando en conjunto, o bien de un gobierno local, organismo internacional o actor no estatal. Sin perjuicio de la multiplicidad de actores que hoy intervienen en la CID y las diversas modalidades que ésta puede adoptar, por muchos años el concepto fue equiparado al de AOD, asociado a la trans- ferencia de recursos Norte-Sur. Según Ayllón (2007), el surgimiento de la CID puede ubicarse al finalizar la Segunda Guerra Mundial como consecuencia de diversos factores, entre los que se encuentran los conflictos Este/Oeste y Norte/Sur. En relación al primero, se considera que la CID fue utilizada por las dos grandes potencias durante la Guerra Fría para “fortalecer económica, social y políticamente a los aliados que más directamente sufrían las presiones de la potencia enemiga” (Ayllón, 2007, p. 34). El ejemplo más claro es el Plan Marshall, instrumento utilizado por Estados Unidos para reconstruir a sus aliados europeos en la segunda posguerra. Por su parte, el conflicto Norte/Sur refiere a la descolonización que comienza a darse a partir de fines de los años cuarenta en Asia y África, la cual pone en marcha un nuevo proceso que permitirá la con- fluencia entre las reivindicaciones de los nuevos países surgidos a la vida independiente y la voluntad de las ex metrópolis de no perder o de ganar influencia en el nuevo Tercer Mundo (Barbé, 1995). En esta línea, se ha planteado que los orígenes de la AOD se remontan a una idea planteada por el Partido Laborista británico como parte de su plataforma de campaña en la década de 1950. Originalmente, la meta era que al menos el 1% del ingreso de los países donantes fuera transferido a los países en de-
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