Desafíos críticos para Latinoamérica y el Caribe

190 Avanzando con las técnicas implementadas para esos controles se destaca la biometría, la cual se ha convertido en la estrella de la industria. Datos temporales como la temperatura corporal, y otros más permanentes como la huella digital o nuestro mismísimo genoma comienzan a convertirse en infor- mación cada vez más útil para los Estados. En el fondo, hay una necesidad imperiosa para garantizar la continuidad de un modelo económico, donde las personas sanas dados los parámetros de la nueva normalidad, serían el centro de dicho. La gobernanza global, que ha sido por muchos marcada como la gran necesitada de empoderamiento para poder avanzar en la búsqueda de soluciones a los problemas planetarios, debe ocuparse también de que la información obtenida sea utilizada sólo para los fines previstos en primer lugar, y un mundo donde esos datos fluyan en todas las direcciones representa un enorme peligro. En cuanto a la regulación de datos y la introducción de la biometría, reflexionamos que Latinoamérica aún se encuentra en una búsqueda de principios y mecanismos adecuados dentro de su legislación que pueda conversar con la cultura interna, la introducción de nuevas tecnologías dentro del continente y el acceso efectivo que tenga la población a estas novedades, sin peijuicio de que durante el último tiempo varios de sus países se han visto especialmente influenciados por las Reglas de Protección de Datos que impulsó la UE, y están en un proceso de reforma y actualización. Estos hechos nos transmiten inevita- blemente la ausencia de marcos normativos adecuados en la materia pese a que en los últimos años la región se ha esforzado por introducir la biometría dentro de sus fronteras, lo que a su vez confirma la sospecha de que los Estados regularán de manera ex post a la exposición de los próximos desafíos digitales, y que sólo responden una vez que comienzan a generar conflictos dentro de la sociedad. La falta de una legislación robusta dentro de los países latinoamericanos se convierte en un argumen- to de porqué no se han utilizado mecanismos tecnológicos relevantes para combatir la pandemia, a diferencia de países europeos y asiáticos que no dudaron en desarrollar aplicaciones de telefonía móvil y hacer seguimientos de geolocalización y/o cámaras de seguridad, sin perjuicio de que el derecho a la vida privada se vio comprometido en varios de estos casos y se debió volver a debatir en tomo a la ponderación de derechos en conjunto al de la salud pública y el bienestar común. Para finalizar, queremos ser enfáticos en señalar la necesidad de interdependencia para avanzar en los problemas que vamos enfrentando como humanidad, en épocas de tensiones globales avanzar en un marco de entendimiento común se hace indispensable. El potencial de la tecnología y sus usos no queda a merced desconocida, depende de los gobiernos, las organizaciones públicas y privadas, y de la ciudadanía, en especial de este último actor, pues es indispensable para desarrollar nuevas perspectivas en este debate respecto a su agencia y como la sociedad va avanzando a la par con el desarrollo tec- nológico, generando una cultura nativa digital y empoderándose de sus derechos y necesidades frente al Leviatán de la vigilancia tecnológica.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=